SALVANDO A LAS INSTITUCIONES EN MEDIO DE LA CRISIS

Geaoroid Ó Longish || septiembre 16, 2020

Gustavo Petro hizo una llamada para rodear a la alcalde de Bogotá, Claudia López. Según Petro, la Policía no obedece a López como deben por ley y por supuesto ella no tiene nada de culpa. El Espectador reportó.

"Salgamos a la calle, cuando ustedes digan", fue el mensaje que le mandó principalmente a la Alianza Verde, partido de la alcaldesa, para que juntos participen en la protesta. "Creo que es un momento de resistir pacíficamente, alegremente, pero masivamente en las calles",

De igual forma, expresó la administración de López que ha sido "agredida de manera inconstitucional por una fuerza policial que no le obedece, y por unas fuerzas del Gobierno nacional que quieren acabar y barrer con la democracia en Colombia".[1]

Uno no sabe si llorar o irrumpir en llanto (la opción de reír no existe). Luego de tantos años de lucha y luego de ver como es el mandato de Claudia López las declaraciones de Petro no pueden ser más que un acto cínico frente a un posible acuerdo electoral para las elecciones presidenciales de 2022.

Propone una alianza con una alcalde autoritaria, como si ella fuera una demócrata común y corriente. Además reduce el problema de la violencia policial a una cuestión de policías que no obedecen a la Alcalde. Primero, no sabemos hasta que punto eso es real. Ella dijo que les pidió no usar armas, pero como ella es muy mediática e histriónica en sus pronunciamientos cuando regaña a los estudiantes, no sabemos hasta qué punto tiene diferencias con la Policía, porque sus pronunciamientos han sido muy calmados, no ha pedido la cabeza de nadie. Segundo, cuando López mandó a la Policía a desalojar a pobres en el sur de la ciudad o reprimir las protestas por el hambre que aguantaban durante el confinamiento, sabemos que la Policía sí obedeció a López y además el ambiente que vivimos es, en parte, producto del nuevo Código de Policía que ella apoyó y en su campaña electoral fue enfática como reportó El Tiempo.

«Lo primero que yo ofrezco es liderazgo personal. Bogotá lleva 12 años sin jefe de Policía. Samuel Moreno no quería ser jefe de Policía, era el jefe de los bandidos; Gustavo Petro tenía otras prioridades distintas y Enrique Peñalosa también".

«La jefatura de Policía no se puede delegar, Bogotá y Colombia reconocen que así como no me ha temblado la mano para meter a 42 corruptos a la cárcel, con mis investigaciones seré la jefe de Policía que haga temblar a los delincuentes«, agregó la actual alcaldesa en 2019.[2]

Ahora, no es culpa de ella sino de los que no la quieren obedecer

López por su parte se dio cuenta de que se le salió de las manos y está quedando mal ante la opinión pública. Así describió lo ocurrido como «una auténtica masacre a los jóvenes de nuestra ciudad.«[3] Pues su comentario no es más que una descripción literal, pero no dice mayor cosa sobre las razones detrás de la masacre ni sobre lo que hay que hacer frente a ella. Su propuesta es un verdadero insulto.

Claudia López convocó un acto de reconciliación y perdón este domingo 13 de septiembre, desde la institucionalidad, hacia la ciudadanía. "Para el presidente ya ha sido suficiente el perdón hacia la familia de Javier Ordóñez, pero no lo es... Bogotá necesita un acto de reconciliación, perdón, enmienda que reconstruya la confianza que es la base de la autoridad"[4]

¿Cómo así perdón y reconciliación? ¿Acaso los tombos asesinos han reconocido sus crímenes? ¿Por qué debemos perdonarlos? No, hay que pedir castigos para todos, castigos ejemplares, duros. Lo que propone López es borrón y cuenta nueva, por lo menos a nivel institucional, pues quiere reconstruir la confianza como base de la autoridad. Pero, precisamente lo que ocurre en Colombia en general y en Bogotá ahora en estos días es un exceso de confianza de algunos sectores en la Policía y demasiada autoridad. Lo que se requiere es que nos pongan las cabezas de todos los altos mandos policías en una bandeja plateada en la Plaza Bolívar. Ese cuento de perdón y reconciliación es una extensión de la filosofía del Acuerdo de Paz, que hay que perdonar a los enemigos de uno y ya sabemos que eso nos llevó al asesinato de centenares de dirigentes a manos de los perdonados. Pues no, durante muchos años la consigna era ¡Ni Perdón, Ni Olvido! Y sigue vigente.

La Policía ha perdido mucha legitimidad hasta entre sectores adinerados. Acompañé a un tropel tomando fotos y cuando pasó por el afluente sector del Parque Bavaria, la gente gritaba desde sus balcones «Cerdos Asesinos» a la Policía. Ahora que pierden legitimidad, ahora que la institución está muy golpeada, Petro y López quieren salvar a la Alcaldía como tal por razones electorales y la institución policial como tal.

Ahora sabemos algo más sobre el asesinato de Javier Ordóñez, no fue el Taser que lo mató, sino luego de eso lo llevaron al CAI donde lo golpearon.

Los investigadores dicen que, al parecer, al abogado lo golpearon en la entrada del mismo CAI y cerca al mesón donde está el computador. Los forenses encontraron golpes contundentes en el pómulo izquierdo, en el cuello, en los hombros y agresiones que se extienden hasta el tórax. Dicen que en la parte occipital derecha tiene una herida, que al parecer fue provocada con un objeto contundente, y que tal vez fue la que sirvió para acabar con la vida del abogado"[5]

Fueron siete policías involucrados en su asesinato y no dos y terminó con 9 fracturas craneales. Y ahora López quiere un acto de perdón y reconciliación. Creo que hay muchos que preferían ver a los siete policías ahorcados a la entrada de Bogotá cada uno con una soga hecha de las tripas del otro. Pero si López quiere una propuesta menos violenta y más acorde a la ley, pues 60 años de cárcel para todos y que la justicia siga la línea de mando, incluyendo a la Alcalde.

No debemos salvar a López, ni rodearla, como quiere Petro, tampoco debemos dejarla hundir y ahogarse, si no debemos hundirla y ahogarla, hasta que nunca más en la dolorida historia de este país se atreva a presentarse a elecciones. Ahora es el momento para acciones contundentes contra la Policía como institución y contra los Policías como tal. Dice el refrán ¡Al Enemigo Ni Agua! Pues eso, no le vendamos a los policías, no les arrendemos viviendas, no les prestemos ni un servicio social, que los aislemos como la escoria que son. Muchos viven en barrios no muy acomodados debido a que sus sueldos son bajos. Así en esos barrios, ni pan, ni agua, nada al enemigo. Y si nos dicen que eso es Odio de Clases que digamos con orgullo ¡Que Sí! Odiamos a la muerte, y amamos a la vida, no puede haber amor al prójimo, al hermano y hermana de clase si no odiamos a sus enemigos, basta de discursos liberales del Polo, de los Verdes y de Colombia Humana de abrazar a nuestros enemigos. Odiamos a la burguesía que mata por ganancia, y a sus lacayos de la Policía, amamos a los jóvenes caídos y la esperanza que representan.

De pronto Petro con su propuesta cree que López lo apoyará y así ganará las elecciones presidenciales en 2022. Y ¿qué le hace creer que lo van a dejar gobernar? que ¿esa misma escoria de los mandos policiales lo dejarán llegar vivo a la presidencia? Ingenuo, cínico o un hombre que ya prepara su traición al pueblo y su acuerdo con la Fuerza Pública. En tiempos de crisis la socialdemocracia nunca decepciona... al Estado y la burguesía.

[1] Gustavo Petro invita a defender el gobierno de Claudia López

[2] Le recuerdan a Claudia López cuando decía que sería la jefe de Policía

[3]Claudia López: "Lo sucedido es una auténtica masacre a los jóvenes de nuestra ciudad»

[4] Ibíd.

[5] Nueve fracturas craneales y más señales de que Javier Ordóñez le dieron golpiza contundente 

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