La modernidad democrática allana el camino al socialismo democrático

Duran Kalkan es cofundador y miembro del Comité Ejecutivo del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK). En esta extensa entrevista, habla de cómo entender el socialismo democrático en el nuevo paradigma y de la importancia de las ciencias sociales. Además de la historia de la civilización democrática, expone cómo entender el Estado y la revolución. Así mismo, aborda la cuestión de la vanguardia revolucionaria en la construcción de la modernidad democrática, así como la cuestión de clase. La entrevista se realizó en mayo de 2023 en las zonas de defensa de Medya (Kurdistán del Sur). 

Tras el colapso de la Unión Soviética, el líder teórico de la lucha de liberación de Kurdistán, Abdullah Öcalan, declaró que: "insistir en el socialismo es insistir en ser humano". En la actualidad, el movimiento por la libertad de Kurdistán utiliza el término "modernidad democrática" como sistema alternativo a la modernidad capitalista ¿Qué significa esto para la comprensión del socialismo actual?

Es cierto que, durante la disolución de la Unión Soviética, Abdullah Öcalan dijo: "Insistir en el socialismo es insistir en ser humano". Y reafirma esta sentencia añadiendo: "Dudar del socialismo significa dudar del ser humano y de su identidad social" 

¿Qué significa en el fondo esta definición? Significa que los seres humanos son seres sociales. En el pasado, este fue un tema fundamental de debate entre socialistas y liberales de todo tipo. La cuestión de cómo es el ser humano se ha planteado una y otra vez, y se han dado respuestas diferentes. Como es bien sabido, el liberalismo trata a los seres humanos como individuos. Afirma que sólo existimos como individuos. El pensamiento socialista, en cambio, define al ser humano como social. Por ejemplo: "una persona es humana gracias a su socialización" o "estamos donde estamos gracias a la sociedad". Por lo tanto, el individuo no puede ser analizado y juzgado al margen de la sociedad. El socialismo asume así la posición de que una evaluación correcta requiere un análisis conjunto de la sociedad y el individuo. Un examen detenido de la historia y un estudio sociológico minucioso de la relación entre el ser humano y la sociedad nos muestran claramente que esto se corresponde con la realidad. De hecho, los liberales también lo saben. Todas las fuerzas estatales dominantes saben que el individuo no existe independientemente de la sociedad. Sin embargo, para llevar a cabo con éxito la explotación que pretenden, es más ventajoso para sus propios intereses desintegrar la sociedad y, por lo tanto, también desempoderar al individuo. Es más fácil oprimir y explotar a un individuo alienado de la sociedad. De esta manera han establecido un dominio más fácil y fuerte. Al tergiversar los hechos, destruir la socialidad, separar al individuo de la sociedad y llenarlo de ideas distorsionadas de libertad e igualdad, se explota fácilmente al individuo. Como resultado, el individuo se ha vuelto extremadamente débil e impotente frente a su sistema de dominación. Así, los puntos de vista que defiende el liberalismo sobre la relación entre el individuo y la sociedad son una grave distorsión.

El pensamiento liberal de todo tipo parte del individuo. Define la vida como exclusivamente limitada al individuo, no ve o no quiere ver la vida social. Procura mantener lo social fuera de la vista y de la mente. El pensamiento liberal intenta alienar al individuo de la sociedad y, sobre esta pretensión, desarrollar el máximo individualismo. Pero la realidad de nuestras vidas y la sociedad no 2 coinciden. Somos seres sociales. No hay ser humano completamente desligado de la sociedad. 

De hecho, el proceso de convertirse en humano se ha desarrollado históricamente sobre esta base. El individuo y la sociedad son expresiones de esa integridad entrelazada y dialéctica a lo largo de la historia de la humanidad. Öcalan consideró necesario utilizar estas definiciones para refutar y debilitar esencialmente la propaganda antisocialista del ataque liberal de gran alcance que se desató en el mundo durante la disolución de la Unión Soviética. Esto resultó muy útil y revelador, al ayudar a las personas que se adhirieron al socialismo de memoria, en lugar de entenderlo, a ver y comprender concretamente qué es realmente el socialismo, cómo se encarna en la vida de los individuos y de la sociedad, y cuál es su valor para la vida. Puesto que no le satisfacían las interpretaciones existentes, estas nuevas definiciones, y sin duda las evaluaciones y análisis teóricos que desarrolló a partir de esta base resultaron extremadamente eficaces y fructíferos para refutar todo tipo de ataques liberales, al tiempo que mantenían viva la conciencia socialista y la desarrollaban aún más. En un entorno en el que se estaban desarrollando actitudes antisocialistas frente a todo tipo de ataques liberales en Kurdistán y zonas aledañas, y en el que la huida del socialismo estaba en pleno apogeo en todo el mundo, los esfuerzos de Öcalan dieron como resultado mantener viva la creencia y el compromiso con el socialismo en Kurdistán y su región. En Kurdistán y su periferia, a diferencia de otras partes del mundo, la gente no se ha apartado del socialismo. 

Sin embargo, Öcalan no lo hizo de una manera muy dogmática y árida; por ejemplo, limitándose a presentar y defender conceptos. Afirmó la verdad de que el individuo coexiste con la sociedad, pero también desarrolló un enfoque crítico y autocrítico de la disolución del socialismo real exponiendo los hechos básicos que llevaron a la disolución, superándolos y progresando intelectualmente con la vista puesta en las ideas básicas del socialismo. Su enfoque crítico-autocrítico del socialismo, la corrección de los errores y deficiencias experimentados en el socialismo real, combinados con el contenido histórico de los conceptos en cuestión, han hecho comprensibles y creíbles el pensamiento y la definición del socialismo de Öcalan. 

Redefinición del socialismo democrático a partir de la crítica y la autocrítica del socialismo real 

Öcalan acuñó el término "modernidad democrática" como alternativa a la "modernidad capitalista". Como movimiento organizado y que actúa sobre la base de las ideas de Öcalan, a menudo nos referimos al concepto de modernidad democrática. Esto no significa que no utilicemos en absoluto el 3 concepto de socialismo, que no definamos el socialismo o que lo sustituyamos. Además de la modernidad democrática, Öcalan también redefinió y desarrolló el socialismo democrático.

 También afirmó que no estaba mal llamarlo "socialismo científico", como se le ha llamado en el pasado. Sin embargo, dijo, es más correcto y comprensible llamarlo socialismo democrático para hacer alguna distinción. Como movimiento, partimos de estos términos y realizamos nuestras evaluaciones teóricas y debates en el marco de estos conceptos.

Entonces, ¿por qué Öcalan hizo hincapié en el término "modernidad"?Una de sus principales críticas al socialismo real es su incapacidad para definir adecuadamente la modernidad capitalista y desarrollar su propia modernidad como alternativa a ella. El análisis que el socialismo real hace del capitalismo le parece demasiado estrecho y unilateral. Señaló que "el socialismo real analizaba la dimensión de explotación del capitalismo". Asimismo, al evaluar el marxismo, encontró que este analizaba adecuadamente la explotación y la ley del beneficio máximo. Así, expuso una dimensión de la explotación capitalista y desarrolló el comunalismo, así como el principio de reparto como alternativa a la misma. En cambio, definió el socialismo como un sistema comunal; es decir, un orden sin explotación.

Sin embargo, el capitalismo no consiste sólo en el orden económico. Tiene su propia modernidad. La modernidad capitalista tiene otras dimensiones. Por ejemplo, la dimensión del industrialismo es una forma de explotación que lleva a cabo la destrucción casi total de la naturaleza sobre la base de la ley del máximo beneficio. El socialismo real no fue capaz de analizar el sistema de estado-nación como una dimensión que crea todas las posibilidades y medios para la aplicación de esta explotación capitalista y aplica la opresión y la crueldad al más alto nivel en la mentalidad y en la práctica. Aunque el socialismo real quería liberarse de la explotación y de la ley del máximo beneficio, adoptó sin cambios el industrialismo de la modernidad capitalista. Pero no pudo desarrollar un entendimiento y un sistema ecológico. No pudo establecer un orden ecológico.

 Además, el socialismo real veía en el estado-nación el sistema fundamental que le permitiría superar la explotación y la ley del máximo beneficio. Sin embargo, el estado-nación se creó en primer lugar como un medio para imponer estas mismas cosas. Sencillamente, no era posible eliminar la explotación a través de un medio o un sistema que la impusiera. Por consiguiente, el estado-nación no podía definirse correctamente y, en consecuencia, no podía desarrollarse ninguna alternativa al estado-nación. El socialismo real se centró más en la dimensión de explotación del capitalismo e intentó definir el socialismo como 4 una alternativa. Pero no pudo analizar el capitalismo junto con su modernidad. No pudo reconocer las otras dimensiones de la modernidad capitalista. Así pues, no pudo desarrollar su propia modernidad. Como resultado, el socialismo real asumió que podría realizar su propia comprensión del orden, con las herramientas y en las dimensiones de la modernidad capitalista. Al final, lo que surgió no fue el socialismo sino un "capitalismo monopolista de Estado". Öcalan entró en detalles sobre la definición de capitalismo monopolista de Estado. Afirmó que la práctica del socialismo real, junto con el industrialismo y las dimensiones del estado-nación, se convirtieron rápidamente en un capitalismo monopolista de Estado, se separó del socialismo y, por tanto, no pudo realizar adecuadamente los principios de libertad, igualdad y reparto sobre una base social que pretendía.

La modernidad democrática como modernidad del socialismo democrático. 

Desde esta perspectiva, la principal conclusión que Öcalan extrajo del análisis y la crítica del socialismo real fue la definición de la modernidad capitalista en su conjunto, señalando la modernidad democrática como su alternativa y estableciendo esta como la modernidad del "socialismo democrático". Contrapuso el "confederalismo democrático" al estado-nación y definió la sociedad industrial ecológica como alternativa al industrialismo. Como alternativa al capitalismo, definió la sociedad democrática; es decir, la sociedad política y moral. Así, un socialismo contemporáneo, que el socialismo real no pudo desarrollar ni definir, quedó ampliamente recogido por el concepto de modernidad democrática. Öcalan extrajo estas conclusiones de la experiencia del socialismo real. Superó la insuficiencia, limitación y estrechez de miras de los supuestos del socialismo real sobre la base de esta nueva definición teórica. Este hecho es sin duda muy importante. Es necesario ir más allá de la antinomia y definición de capitalismo y socialismo. La conceptualización y la contraposición del capitalismo y el socialismo expresan una realidad, pero también son insuficientes por sí solas.

Si sólo se observan y evalúan el capitalismo y el socialismo como marcos ideológicos, pero no se es capaz de ver y definir la modernidad en la que se expresan, no se alcanza a comprender la sociedad y los sistemas políticos. En este sentido, es necesario distinguir claramente entre capitalismo y modernidad, así como comprenderlos correctamente. Es asimismo necesario evaluar apropiadamente la relación entre socialismo y modernidad. Por lo tanto, es preciso entender y calificar muy bien las observaciones de Öcalan sobre la modernidad democrática como alternativa a la modernidad capitalista. Si no se hace así, el capitalismo y el socialismo -como alternativa al primero- se valoran de manera muy estrecha y unilateral. Se examinan en una sola dimensión y el concepto de modernidad no puede ser visto y entendido en absoluto. Öcalan 5 fue quien superó este problema.

La modernidad democrática allana el camino al socialismo democrático  

Los análisis y reflexiones posteriores de Öcalan son sin duda muy importantes. Es en este sentido que utilizamos el término modernidad democrática. La modernidad democrática allana el camino al socialismo democrático. Es la modernidad la que realiza el socialismo democrático.

El capitalismo y el socialismo siguen siendo definiciones abstractas si no se consideran en relación con la modernidad. No pueden materializarse. Porque el ámbito en el que se materializa el capitalismo es su modernidad. Lo mismo ocurre con el socialismo. Es decir, el ámbito en el que se materializa la ideología socialista democrática es la modernidad democrática. Sabemos que esta se define por tres niveles básicos. Uno es el nivel democrático; es decir, el nivel de la sociedad político-moral. Este se desarrolla contra la explotación capitalista y la ley del beneficio máximo. El socialismo está representado ideológicamente en este nivel. El siguiente nivel es el de la sociedad industrial ecológica, que se opone al industrialismo del capitalismo. Por último, frente a la dimensión del estado-nación de la modernidad capitalista, se sitúa la dimensión confederalistademocrática de la modernidad democrática. Es preciso entender correctamente estos niveles. No debemos confundirlos entre sí.

Por eso, cuando hablamos de modernidad democrática, no utilizamos este término en lugar de socialismo democrático. La modernidad y el socialismo democráticos están entrelazados. En otras palabras, el socialismo democrático cobra vida gracias a la modernidad democrática y se convierte en una práctica a través de ella. La modernidad democrática allana el camino al socialismo democrático. Permite la realización del socialismo democrático. 

Lo llamamos socialismo democrático para mostrar su diferencia con el socialismo real, que no consiguió definir su propia modernidad, no pudo reconocer la modernidad capitalista y no logró superarla. Así podemos comentar los conceptos de modernidad y socialismo. Por supuesto, hay algunos puntos más que debemos añadir. Podemos situar el socialismo democrático en el marco de la modernidad democrática, pero como línea ideológica también tiene un paradigma en el que se asienta. El socialismo democrático se basa en la liberación de la mujer, la sociedad ecológica y la sociedad democrática o moral y política. Se basa en estos principios fundamentales. Supera la forma capitalista de explotación con los valores y principios de la sociedad moral y política. Supera la forma industrializada de explotación con la mentalidad de la ecología social. La libertad de la mujer es la base de toda libertad e igualdad. En este punto, el socialismo democrático supera claramente las concepciones 6 socialistas, que nosotros llamamos socialismo pequeñoburgués.  

La comprensión de la libertad y la igualdad.

Todos sabemos que el socialismo se define generalmente por los principios de libertad, igualdad y reparto. Pero el concepto de libertad no es absoluto. Libertad, pero ¿qué tipo de libertad? Igualdad, pero ¿qué tipo de igualdad? Compartir, ¿pero de qué manera? Lenin dijo: "Los capitalistas han robado al mundo en nombre de la libertad de comercio". Eso también era libertad. El capitalismo ha destruido la sociedad y todos los valores sociales, especialmente en los últimos cien, doscientos años. Y lo ha hecho en nombre de la libertad individual. Incluso ha tratado de incorporar la libertad de la mujer. Ahora bien, a este respecto, hay un entendimiento y un enfoque pequeñoburgueses de los principios de libertad, igualdad y reparto. Todo esto podemos llamarlo socialismo pequeñoburgués. Y luego está el enfoque socialista democrático. Lo llamamos "socialismo auténtico". Pero ¿en qué se diferencian a este respecto las normas pequeñoburguesas y las socialistas democráticas? Ya hemos explicado aquí un concepto de libertad: hay una concepción que parte de la libertad individual, que desarrolla el individualismo, separa al individuo de la sociedad y supone que una libertad individual puede realizarse y vivirse sin la sociedad. A esto lo llamamos tener una comprensión pequeñoburguesa de la libertad. En realidad, es la concepción liberal de la libertad. Es la esencia del liberalismo y, por tanto, la esencia del capitalismo.

 El socialismo democrático se opone a esta concepción de la libertad. Considera la libertad individual en términos de libertad social o de comunidad democrática. Dice que el individuo libre sólo puede realizarse y cobrar vida en la comuna democrática o -si utilizamos el término comunidad en lugar de comuna- en la comunidad democrática. Considera que la libertad individual fuera de la sociedad es falsa, no la acepta, no la ve realizable. Supone que el individuo libre sólo puede realizarse en la comunidad democrática, en la sociedad democrática. Con esta perspectiva, afirma que la sociedad democrática sólo puede existir con individuos libres. Por consiguiente, el socialismo pequeñoburgués y el socialismo democrático formulan y reivindican una concepción de la libertad completamente opuesta. Parten de estándares diferentes.

De hecho, la diferencia es aún más visible en la comprensión de la igualdad. En el socialismo pequeñoburgués, el concepto de igualdad también se define en términos de la llamada "igualdad absoluta". Esto significa que todas las personas reciben el mismo trato independientemente de sus diferencias, de modo que, por ejemplo, todos reciben el mismo salario. Se supone que todos hacen el mismo trabajo, comen lo mismo, visten la misma ropa; en otras palabras, un planteamiento que los unifica, los iguala a este nivel y los 7 "robotiza". Por supuesto, esto sólo puede tener sentido en un entorno donde hay monopolios y también desposeídos. Igualar a los que están tan separados y diferenciados parece progresista. Pero este progreso sólo es temporal. Entonces, ¿en qué se basa esta igualdad? Esa es la pregunta para la que se busca la respuesta adecuada. Por supuesto, quien hace esta igualdad actúa según sus propios criterios. Por ejemplo, ¿se logrará la igualdad entre los sexos equiparando a las mujeres con los hombres? ¿Puede haber igualdad entre capitalistas y trabajadores haciendo capitalistas a todos los trabajadores? Esta concepción de la igualdad no ve las diferencias. Tampoco ve la diversidad, el colorido y la riqueza de la naturaleza y la sociedad. Cuando se destruyen las diferencias y se unifica todo, nace una mentalidad y una política fascistas. Comprender este punto es crucial.

 El socialismo democrático, en cambio, se basa en la igualdad de las diferencias. En otras palabras, el socialismo democrático, la comuna democrática o el confederalismo democrático es un sistema de organización libre y participación igualitaria. Una unidad no se iguala a otra transformándose en ella. Se igualan entre sí preservando y desarrollando su propia existencia. Cada unidad protege libremente su propia originalidad. El socialismo democrático protege la autonomía de las diferencias, no las destruye. En este sentido, se basa en la diversidad. Así es como se produce la verdadera igualación. El socialismo democrático busca la igualdad no "masculinizando" a las mujeres, sino sensibilizando y organizando a las mujeres como mujeres, previendo su participación en la vida social como sujetos iguales. Esto es muy importante y también significativo. Llamamos a esto tener una comprensión de la igualdad basada en las diferencias. Una comprensión de la igualdad que respeta la existencia, la originalidad y la libertad de las diferencias. De este modo, el socialismo democrático supera la concepción de igualdad absoluta del socialismo pequeñoburgués, que no reconoce las diferencias.

Otro punto importante es el sistema de comunas democráticas. El socialismo real consideraba la comuna como una institución estatal. En el socialismo democrático, sin embargo, la comuna pertenece a la sociedad. Es un fenómeno social. La comuna es una institución de quienes participan en ella. La comuna pertenece a quienes colaboran en ella. El Estado no es dueño de todos los municipios, ni siquiera de algún municipio. De esta forma, en la vida comunal, en la vida comunitaria, hay un entendimiento del reparto que tiene en cuenta las diferencias en relación con una comprensión de la igualdad. En otras palabras, no es un sistema que ofrece a todos un plato de sopa y un salario de cien dólares. Abdullah Öcalan llama a ese sistema socialismo faraónico. Los esclavos del faraón también eran iguales en la vida. Todos hacían el mismo trabajo. Todos recibían un plato de sopa por la mañana y por la tarde. ¡Si es que lo recibían! No había ninguna diferencia entre ellos. Este sistema de distribuir 8 lo mismo a todos es la forma pequeñoburguesa de entender la comuna. ¿Cuál es la comprensión comunal del socialismo democrático? ¿cómo se forma la comuna democrática? Es compartir y utilizar según las necesidades. En otras palabras, en la comuna democrática es esencial el uso según las necesidades. En ella se realiza el principio de servir, compartir, producir y utilizar según las necesidades.

Sí, el socialismo real también se basaba en este principio, como fundamento básico de la comuna. Marx en particular enfatizó este principio con insistencia y lo definió en detalle diciendo: "De cada uno según su capacidad, a cada uno según sus necesidades". Sin duda fueron definiciones importantes. No negamos estos hechos, pero la aplicación práctica no fue como Marx la había concebido. ¿Por qué se aplicaron las ideas de forma diferente? Por supuesto, tenemos que plantear e investigar esta cuestión. Podemos decir que fue porque no se desarrolló una práctica holística. Es decir, no se vio que se trataba de una cuestión a realizar inmediatamente. Porque no se aplicó a toda la vida. 

Sí, Marx desarrolló estas ideas, pero ¿hasta qué punto vivió él mismo de acuerdo con los requisitos de estas ideas? ¿Hasta qué punto desarrolló esa vida por su propia voluntad? ¿Hasta qué punto configuró y organizó su entorno sobre esta base, hasta qué punto desarrolló su vida organizada y la formación de su partido sobre la base de estos principios de vida? Por supuesto, estos son puntos que necesitan ser discutidos y cuestionados. 

Si observamos cómo desarrolla Öcalan una práctica holística, vemos que todo lo creó a partir de su propio camino, sus experiencias, retos y éxitos siguiendo estos principios. Pone en práctica en su propia vida todo lo que concibió como normas de vida correctas y organiza su entorno sobre esta base. Ha desarrollado el partido y la guerrilla enteramente sobre la base de estos principios. No relaciona la comuna democrática con el poder político y pospone la realización de sus objetivos a una fecha posterior, sino que intenta realizarlos desde el principio, desde dentro de su propia lucha, con los cuadros y dentro del partido en su conjunto. Esto es muy importante. Es también un elemento fundamental que impide e invalida los posibles intentos de desvirtuar la práctica. En otras palabras, el socialismo ya no es un modo de vida abstracto o una ideología del futuro. Se hace realizable desde el momento en que se toma conciencia de él. Esto no significa necesariamente que toda la sociedad tenga que ser socialista previamente o que todo el mundo tenga que vivir de esa manera antes. Cuando una persona rompe con la sociedad existente y llega a un entendimiento socialista, se da cuenta de ello iniciando ella misma una vida socialista alternativa. Pueden desarrollar un grupo, un partido, una guerrilla a partir de ello. Esto es lo que expresa la práctica de Öcalan. De esta forma, el socialismo deja de ser un entendimiento, una línea ideológica, una forma de vida que se aplica sólo 9 después de tomar el poder político. Lo salva de la dependencia de la política y del poder. Por el contrario, lo ve como un modo de pensar, una mentalidad. Llegar a esa mentalidad demuestra que el socialismo puede practicarse sobre la base de la creación de una política propia, independientemente de quién ostente el poder político. Puede vivirlo tanto un solo individuo como un pequeño grupo, un partido, una región o una sociedad. Puede vivirse a distintos niveles. Öcalan revela esta realidad. Esta es también una dimensión del socialismo democrático. Una correcta comprensión de todas estas dimensiones es necesaria para entender adecuada y globalmente el pensamiento de Öcalan. 

 

Al igual que la Escuela de Frankfurt o la Escuela de los Annales han debatido en profundidad el sistema capitalista, su historia y sus posibles alternativas, la "Civilización Democrática" de Öcalan también se describe como una nueva escuela de las ciencias sociales. ¿Qué significa esto?

En el siglo XIX, los socialistas se centraron sobre todo en el periodo en que se desarrolló y extendió la explotación capitalista en Europa. No prestaron suficiente atención a la historia anterior. Incluso se referían a ella como una etapa prehistórica y primitiva de la historia. Algunos afirmaban que la civilización surgió con el capitalismo. Consideraban que el desarrollo provocado por la Revolución industrial y la Ilustración europea era un desarrollo desencadenado por el capitalismo. Desde esta percepción, elogiaron el capitalismo en los términos más elevados, considerándolo la edad de oro de la historia. Decían que la humanidad había completado su mayor revolución y que, por tanto, ahora pasaría fácilmente al socialismo. Consideraban el capitalismo como precursor del socialismo.

En el siglo XX, nuevos hallazgos arqueológicos cambiarían esta forma de entender la historia. Sin embargo, aunque podamos suponer que tal hallazgo podría haber dado paso a una ampliación de la perspectiva, se desarrolló algo bastante diferente. Los socialistas no crearon una conciencia que fuera más allá de un mayor estrechamiento de la perspectiva del desarrollo humano en el marco de la línea de progresión. En el mejor de los casos, iniciaban la historia con el sistema sumerio. La escritura se inventó en Sumeria. La primera ciudad, Uruk, se fundó en Sumeria. El Estado tuvo su inicio en Sumeria. Las clases se inventaron en Sumeria. La lucha de clases comenzó en Sumer. El poder se desarrolló y profundizó en Sumer. Todo esto fue considerado un desarrollo sobresaliente en la historia de la humanidad. Hay que señalar en particular que aquí la ciudad, la clase, el Estado, el poder y la dominación masculina se consideran un gran avance. Se definen como una etapa del desarrollo de la humanidad. 

La historia anterior a Sumeria se consideraba historia primitiva. La sociedad 10 neolítica, el clan, ni siquiera se consideraba una forma de sociedad. Se les llamaba comunidades primitivas. La vida de clan se definía como vida comunitaria primitiva. La revolución agrícola-aldeana, la revolución neolítica, la revolución de las mujeres no se consideraban civilización. Se consideraban un periodo de barbarie anterior a la civilización. De ahí se derivó una dependencia aún mayor del sistema de poder y del Estado en el pensamiento socialista

El poder y el Estado en el pensamiento socialista

¿Por qué el pensamiento socialista asumió tanto el poder y el Estado, por qué estaba tan ligado al poder y al Estado? Esta es, por supuesto, una de las preguntas que más hay que plantearse, debatir y tratar de responder correctamente. De hecho, fueron los socialistas quienes definieron el Estado como una forma de opresión y explotación. Lenin y Marx sostuvieron personalmente esta definición. Definieron el socialismo como un Estado que ya no es un Estado. El Estado, junto con su sociedad de clases y su violencia opresiva, debía ser superado o hacerse superfluo. Pero el socialismo de la Unión Soviética, el socialismo real, se convirtió en el mayor aparato estatal.

Ambos describen el Estado como una forma organizada de opresión y explotación, un poder que surge de la sociedad pero que está por encima de ella, se desliga de ella y es la fuente de todo tipo de opresión, explotación, dominación, discriminación y desigualdad. Defienden que el socialismo y el comunismo sólo alcanzan su verdadero significado con la desaparición del Estado. Se basan en tal sistema de pensamiento, pero luego afirman y alaban cualquier tipo de desarrollo estatal y lo consideran progreso. Llaman revolución a la destrucción de un Estado y al establecimiento de uno nuevo. Declaran y creen que están realizando el socialismo a través del estado-nación más avanzado. Afirman que realizarán la libertad, la igualdad, la participación y la comunalidad a través del Estado. Afirman que lograrán la liberación de la explotación y la opresión mediante la organización de la opresión y la explotación. No es una actitud comprensible.

Este es el ámbito en el que la escuela del socialismo marxista-leninista en particular comete el mayor y más flagrante error. Hasta cierto punto, especialmente en Rusia, esto es comprensible. Ante los ataques devastadores del capitalismo mundial y su etapa imperialista, consideraron necesaria la construcción de una fuerza defensiva, un ejército y la organización de un Estado. Decían que estos ataques sólo podían ser repelidos por un Estado y su ejército. El concepto de dictadura del proletariado se impuso cada vez más sobre esta base, y el sistema desarrollado en la Revolución de Octubre se convirtió en el sistema organizado estatal más grande, concentrado y burocrático de la historia. Esta es una realidad innegable. Ahora hay que 11 comprenderla y evaluarla adecuadamente. 

Si prestamos atención, independientemente de si la civilización o la historia comienzan con la fase capitalista o con Sumeria, todas se basan en la estatalidad. Para ellos, sólo el poder y los sistemas estatales conforman la historia. Definen la humanidad y las sociedades como poder y Estado. La forma en que los estados-nación actuales intentan hacerlo, disuelven al individuo y a la sociedad en el estado-nación, los atan al estado-nación. Esto es un error. De hecho, los estados-nación actuales lo practican al nivel más avanzado.

Entonces, ¿desarrollan el socialismo o, por el contrario, destruyen el socialismo, consumen la sociedad y al individuo como ser social? Sin duda, es lo segundo. Es esto último lo que se está poniendo en práctica. 

  

La comprensión de la historia en la civilización democrática.

La línea de pensamiento desarrollada por Abdullah Öcalan critica la visión socialista de los siglos XIX y XX. Así, formuló una nueva perspectiva: el sistema de pensamiento que él denomina civilización democrática. No cabe duda de que la modernidad democrática se está desarrollando como alternativa a la modernidad capitalista. Sin embargo, no podemos decir que la civilización democrática sea una alternativa a la civilización estatal, monopolista o centralizada. Tras la aparición de la civilización monopolista, la civilización democrática se convierte en su alternativa. Más exactamente, la civilización estatal o monopolista se desarrolla como alternativa a la civilización democrática. Öcalan analizó y explicó que en Sumeria se produjo una ruptura de la civilización. Esto significa que antes había una civilización. Se dividió en Sumeria y surgió una civilización monopolista-estatal como alternativa al sistema de civilización real. Llamamos civilización democrática al sistema de civilización real. Öcalan define la historia humana dominante como el sistema de civilización democrática. Lo expresa como la comprensión de la historia de la civilización democrática. También podemos llamarlo civilización.

En los estudios turcos, tenemos algunos problemas a este respecto. Esto se debe a que en los diccionarios turcos elaborados por la Sociedad de la Lengua Turca hay distorsiones de los términos. Por ejemplo, uno de los términos más distorsionados es el término civilización (uygarlık). En estos diccionarios, el término civilización (uygarlık) se expresa como la versión turca del término árabe para "civilización" (medeniyet). El término árabe para civilización procede de medina, que significa urbanización. Significa civilización urbana (Şehir uygarlığı). El equivalente turco de civilización es Uygarlık. En árabe, sin embargo, no es así. El equivalente árabe de civilización, que corresponde al turco, se denomina "Hadara". Por tanto, no es el mismo significado que 12 medeniyet. Medeniyet, en cambio, significa urbanización en árabe. Proviene de la palabra medina y significa civilización urbana. Así que si consideramos civilización (uygarlık) y civilización (medeniyet) en el mismo sentido, la civilización (medeniyet) comenzó en Sumeria. Allí se encontraba el centro del poder, el Estado y la urbanización. Allí tuvo lugar la formación de clases. Por lo tanto, utilizando la lógica de Aristóteles, concluyen que la civilización (Uygarlık) también comenzó allí. Sin embargo, estos planteamientos no son correctos.

Civilización significa esencialmente asentamiento; es decir, permanencia de la cultura. Esto sólo puede lograrse en una sociedad sedentaria. Sin embargo, sociedad sedentaria no equivale necesariamente a urbanización. Antes existió la revolución agraria-aldeana. Durante miles de años existió la sociedad agrariaaldeana sedentaria. Como resultado de recientes excavaciones arqueológicas, podemos añadir un segundo punto aquí. Uruk no es la primera ciudad. En otras palabras, las primeras ciudades de la historia no se fundaron en Sumeria. Hubo ciudades mucho antes. Nuevos descubrimientos nos muestran que los sistemas de ciudades se fundaron y habitaron ya en el año 15.000 a.C. Esto significa que ciudad y clase, ciudad y Estado, ciudad y poder no están intrínsecamente relacionados. El Estado se desarrolló en la ciudad, eso es cierto, y la formación de clases tiene lugar predominantemente en las ciudades. Las ciudades son la razón de la formación del Estado y de las clases. Pero no es correcto decir que la ciudad es sinónimo del Estado-clase. También hay ciudades sin clases y no estatales. También hay ciudades que fueron fundadas y habitadas antes de la formación de las clases y del Estado. Las nuevas excavaciones arqueológicas nos muestran claramente esta nueva e importantísima idea.

En este sentido, situar el comienzo de la civilización y de la historia en Sumeria es identificar la civilización con el Estado. Significa identificar la sociedad con el Estado. Esta forma de pensar confunde el Estado y la sociedad y los enreda. Sin embargo, la sociedad está separada del Estado. Ahora estamos en condiciones de saber qué es la sociedad y qué es el Estado. El sistema de la sociedad democrática aclara todas estas cuestiones. Define una nueva comprensión de la historia basada en nuevas ideas y en los estudios más recientes. Considera el noventa y ocho por ciento de la historia de la humanidad como la época de la sociedad de clanes. Se refiere a la sociedad de clanes como la sociedad madre y afirma que pervive como célula madre en todas las sociedades hasta nuestros días. Da mayor importancia y posición a la sociedad de clanes. Demuestra que la sociedad en sí es completamente política y moral y que la sociedad natural, la sociedad política y la sociedad moral existieron principalmente en la sociedad de clanes. 

También define los periodos Mesolítico y Neolítico como el segundo periodo de civilización o civilización democrática. Lo define como un periodo que se 13 desarrolló a partir del 20.000 a.C. Señala que una parte importante de este periodo se vivió como matriarcado. Vincula la revolución de las mujeres con los acontecimientos de este periodo y también define este periodo como la revolución agrícola-aldeana. Y así define el largo período de miles de años en el que las sociedades pasaron de la vida nómada de clanes a la vida sedentaria como sociedades agrarias aldeanas. Abdullah Öcalan explica que la verdadera gran revolución es la revolución neolítica. Es la revolución agrario-aldeana. En otras palabras, define la primera gran revolución social de la historia como la revolución agrícola-aldeana impulsada por las mujeres que se desarrolló con el Neolítico. Después de la revolución agrícola-aldeana, la segunda gran revolución social que experimentó la humanidad fue la revolución industrial.

Critica y condena los enfoques que tratan la revolución industrial y el capitalismo como algo entrelazado o incluso idéntico. El capitalismo es una forma de explotación y dominación, mientras que la industria es una forma de producción y de vida social. El capitalismo puede basarse en la revolución industrial, en la sociedad industrial, puede haberse desarrollado sobre esta base; sin embargo, eso no significa que la sociedad industrial y el capitalismo sean una misma cosa. Equipararlos de esta manera demuestra una mala comprensión del capitalismo. Significa atribuir al capitalismo características que no merece, que no tiene en sí mismo. No debemos caer en tales malentendidos. 

Con el sistema de civilización democrática, Öcalan reevaluó la perspectiva histórica, la tesis histórica y todo el proceso histórico. Define la revolución agrario-aldeana y la sociedad desarrollada en los periodos Mesolítico y Neolítico como el segundo gran periodo del sistema de civilización democrática. El tercer periodo es la ruptura o dicotomía de este sistema de civilización que comienza con Sumeria. Señala que aquí se produce una ruptura y que, debido a la urbanización en Sumeria, la clase, el poder, el Estado, la supremacía masculina, el patriarcado y la jerarquía surgieron entrelazados y sobre una base que se alimentaba mutuamente. La clase, el Estado y la dominación masculina están presentes al mismo tiempo. Es un hecho evidente que el sistema familiar basado en la dominación masculina se desarrolló durante este periodo y ha sobrevivido sobre esta base hasta nuestros días. Aquí es la civilización basada en el Estado la que divide, diferencia y diverge. Es el sistema de poder y de Estado. En otras palabras, Abdullah Öcalan entiende el poder y el Estado como un monopolio. También lo llama civilización monopolista y civilización centralista respectivamente. Si hay tal separación, por supuesto, el sistema de la civilización democrática vive como una alternativa a la civilización monopolista. El tercer periodo histórico es el actual; es decir, el periodo que va desde Sumer hasta el presente. Aquí no hay una civilización singular. Hay civilizaciones alternativas. Las civilizaciones que se han desarrollado en el marco de una multiplicidad de poderes y Estados se definen como un sistema de civilización 14 monopolista central. Como alternativa a este, existe el sistema de civilización democrática en todos los ámbitos. Las estructuras de civilización basadas en la sociedad, basadas en las fuerzas sociales democráticas, basadas en las fuerzas sociales políticas y morales; de hecho, toda la lucha por la democracia se denomina sistema de civilización democrática. Öcalan analiza esto en tres épocas básicas. La primera época la denomina como el período que va de Sumeria a Roma. Designa la época intermedia como los desarrollos en Europa y Oriente Medio y el desarrollo de sistemas de gobierno basados en la religión. En tercer lugar, define la época más reciente. En otras palabras, define los últimos 500 años, que llamamos el periodo de la modernidad capitalista, como la era más joven. No está claro durante cuánto tiempo será un sistema civilizador. El capitalismo sigue siendo un estado de modernidad; es decir, una época.

Öcalan define la civilización democrática como una alternativa a estas. Se refiere a la lucha de los esclavos en la primera era, a todos los clanes, tribus, comunidades tribales y etnias que lucharon contra la esclavitud y por una vida libre, a la lucha de las mujeres contra la esclavitud y por la abolición de la esclavitud, a todas las estructuras que se mantienen al margen y luchan contra todo tipo de sistemas estatales monopolistas basados en el poder como civilización democrática. En la época medieval, de nuevo, son la resistencia de los esclavos, la resistencia de las mujeres, la resistencia de los campesinos y de los grupos étnicos. En épocas más recientes, la lucha de la clase obrera pasa a primer plano como una nueva lucha contra el capitalismo que desempeña un papel junto a estas. Define todo esto como la lucha y el desarrollo de la civilización democrática. 

En relación con el presente, designa y define a todas las agrupaciones que se oponen y luchan contra el sistema de estado-nación monopolista-capitalista como elementos de la modernidad democrática y, por tanto, como parte de la lucha por la civilización democrática. En otras palabras, el sistema de la civilización democrática es un nuevo sistema de pensamiento global que analiza la sociedad histórica desde la sociedad de clanes hasta el presente y define a su manera las diferentes fases de desarrollo de la sociedad histórica. Así es como debemos considerar el sistema de civilización democrática. Si existe tal sistema holístico de pensamiento que analiza el desarrollo de la sociedad histórica, podemos llamarlo naturalmente escuela de pensamiento. Se trata de una contribución a la ciencia social o incluso de una nueva perspectiva de la ciencia social. Hay que subrayar que es diferente de las ciencias sociales, que comienzan la historia con el capitalismo. También es diferente de las ciencias sociales que comienzan la historia con Sumeria. Se basa en una nueva definición de la sociedad histórica. Es, por tanto, una nueva ciencia social, distinta de las ciencias sociales conocidas.

 

El sistema de la civilización democrática como nueva escuela de ciencias sociales.

Debemos entender y reconocer esta enseñanza como parte de las ciencias sociales. En este sentido, existe una "Academia de Ciencias Sociales Abdullah Öcalan". Dijo Öcalan: "Históricamente, se me puede llamar científico social y se me puede entender y considerar como tal". Describió el sistema de civilización democrática que desarrolló como una nueva escuela de ciencias sociales. En consecuencia, declaró que debía crearse una nueva academia de ciencias sociales. Afirmó que debía establecerse una academia de ciencias sociales en todos los lugares y que todos los estudios, debates y análisis sociológicos debían realizarse en el marco de dicha academia.

Sin duda, el componente central de esta ciencia social es Jineoloji, la "ciencia de las mujeres". Jineoloji trata, entre otras cosas, de la realidad de las mujeres, del problema de la (in)libertad y de la lucha de las mujeres desde una perspectiva femenina. Öcalan expresa el papel crucial de la mujer en el desarrollo de la vida social y el desarrollo humano. Mientras que la mayoría de las ideas influidas por la religión afirmaban que la mujer procedía del hombre. Él critica esta forma de pensar. Basa esta crítica en sus diversos estudios, en la evolución histórica, en la eficacia de la mujer en la vida, en la existencia creativa, fértil, biológica y fisiológica de la mujer. Sostiene que el elemento esencial de la creación era la mujer, y que si existe la creación de uno a partir del otro, sólo podría ser cierta la creación del hombre a partir de la mujer.

En consecuencia, también atribuye a la mujer un papel central en la sociedad política y moral. En la lucha por el socialismo democrático, identifica a la mujer como la fuerza dirigente. Sostiene que el papel de vanguardia de las mujeres en la lucha y la organización es necesario e indispensable. Para él, la revolución de liberación de la mujer es la base de todas las revoluciones, desarrollos y cambios sociales de carácter libertario. Debemos tener esto en cuenta al considerar las ciencias sociales. 

También considera importante el papel de Mesopotamia en el desarrollo de la civilización. Aunque la sociedad de clanes se desarrolló en diferentes partes del mundo, Mesopotamia fue el centro de la revolución agrícola-aldeana, la transición de la vida nómada de clanes a la vida sedentaria y, por tanto, el centro del primer gran movimiento social, el desarrollo de la civilización. Todos los hallazgos y excavaciones arqueológicas lo demuestran. Hay que admitir que tales periodos también existieron en otras zonas, pero el principal desarrollo tuvo lugar en Mesopotamia. El principal desarrollo es la revolución neolítica en Mesopotamia, el sistema agrícola-aldeano, el desarrollo de la civilización. Tras este desarrollo, se produjo una ruptura con la civilización en 16 la Baja Mesopotamia, en Sumer, en el territorio del actual Irak. El papel central de Mesopotamia tanto en el desarrollo de la sociedad sedentaria como en la aparición de la civilización monopolista-estatal basada en el poder en la ruptura con la civilización demuestra la importancia de Mesopotamia. Demuestra que Mesopotamia es el canal central del desarrollo social histórico.

Abdullah Öcalan también habla de esto en el sistema de civilización democrática. Algunos lo critican. Lo consideran demasiado centrado en Mesopotamia u Oriente Próximo. Otros lo juzgan como un enfoque egocéntrico. Tales apreciaciones son erróneas. De hecho, Öcalan ha tomado la sociedad kurda como base de sus reflexiones, investigándola y analizándola. Así, desarrolla sus pensamientos y trabajos partiendo de esta sociedad. El estudio de la sociedad kurda le ha conducido a su sistema de pensamiento. ¿Qué caracteriza a la sociedad kurda? ¿cómo surgieron el individuo y la comunidad kurdos? ¿cómo vivían las comunidades kurdas? ¿cómo se socializaron? ¿cuál es su papel en la historia? La búsqueda de respuestas, la investigación sobre la historia de los kurdos y la determinación de mostrar la realidad kurda le llevaron a este planteamiento. Es con este trasfondo y cuestionamiento crítico como debemos entenderle. 

¿Por qué los kurdos, como individuos y como comunidad, son tan diferentes de otras sociedades? ¿por qué hay tantos ataques contra Kurdistán y la población kurda? Han sido atacados desde Sumeria. Todos los invasores que querían conquistar la civilización y el sistema estatal querían ocupar Mesopotamia y, por tanto, Kurdistán. Pero ¿de dónde viene esta motivación y dónde se originó la política de negación y exterminio -genocidio- y cómo se ha aplicado a los kurdos durante cien años? ¿Por qué ningún Estado del mundo, ninguna religión, ninguna moral se opone a ella? ¿Por qué todo el mundo lo acepta y calla? Los pensamientos de Öcalan giran en torno a estas preguntas en su búsqueda de respuestas. Es comprensible que un líder que lucha por comprender y cambiar la realidad kurda actual, que inicia y dirige esa lucha, que experimenta todas las dificultades de esta lucha, llegue a estas conclusiones. Así es como debe percibirse. Los enfoques que se desvían de esto, otros puntos de vista, no son correctos. No se trata de poner a la sociedad kurda en el centro. Pero es muy importante reconocer la verdad y ser conscientes de ella. Para comprender correctamente el hoy y construir con éxito el mañana, hay que comprender correctamente y en su totalidad el pasado. En esa búsqueda del pasado, ha llegado a este sistema de pensamiento, y hay que comprenderlo. En lugar de rechazarlo con planteamientos estrechos de miras, lo mejor es tomar conciencia del sistema de la civilización democrática, comprenderlo, aplicar sobre esta base la ciencia social que analiza o expresa este sistema de pensamiento a la realidad social histórica y presente, y conducir la lucha futura sobre la base de tal sistema de pensamiento.

 Este sistema de pensamiento, la ciencia social, que se apoya en la idea de la civilización democrática, es la síntesis más reciente, más científica y cercana a la realidad del pensamiento humano históricamente cultivado. Hay que saber y reconocer que el sistema de pensamiento de Abdullah Öcalan es esa gran síntesis.

Si se analiza detenidamente, su paradigma no tiene ningún planteamiento que dé algo por sentado desde el principio, lo dé por cierto o lo rechace de plano. Valora todas las cosmovisiones, las aborda con respeto, las trata de forma holística, las evalúa, aprecia e identifica aquellos aspectos que han servido y sirven a la humanidad, y descarta los que no la sirven, los que están desvinculados de la sociedad, los que sirven al sistema de poder y de Estado (nacional) y al monopolio. La nueva ciencia social o "ciencia social apoísta" se basa en el sistema de civilización democrática como sistema de pensamiento que incorpora y sintetiza todos los aspectos positivos; es decir, aquellos aspectos que están conectados con la sociedad y sirven a la existencia social, a la libertad, a la verdad social, a la bondad, a la rectitud y a la belleza. La nueva ciencia social, también llamada ciencia social apoísta, es la expresión de este sistema de pensamiento. Tomarlo como escuela, analizar y evaluar la sociedad histórica sobre la base de dicho pensamiento nos acerca a la verdad, nos permite encontrar la verdad, planificar un futuro más exacto, darle forma y luchar con éxito.

 

 

¿Qué se entiende por vanguardia revolucionaria en esta nueva concepción del socialismo? ¿Cuáles son las tareas del partido de la modernidad democrática en la construcción de una sociedad democrática, ecológica y basada en la liberación de la mujer?

El líder Abdullah Öcalan definió el campo de desarrollo intelectual de la línea del socialismo democrático como la academia de ciencias sociales, y el partido de vanguardia como el campo de educación, organización y aplicación práctica (acción) de esta línea. Por lo tanto, consideraba que el papel de vanguardia del partido era necesario para la aplicación del nuevo paradigma, el "paradigma democrático, ecológico y basado en la liberación de la mujer de la sociedad". En otras palabras, no rechazaba en absoluto las vanguardias. Pero cambió la definición de liderazgo en el socialismo real. Desarrolló una nueva definición de liderazgo. Marx dijo una vez: "Los filósofos sólo han interpretado el mundo de diferentes maneras, pero lo que importa es cambiarlo". Hay que subrayar que Öcalan intenta tanto captar y comprender el mundo como cambiarlo. En otras palabras, es tanto un filósofo como un revolucionario. Por lo tanto, debemos analizar el sistema de la Academia de Ciencias Sociales de Abdullah Öcalan. La realidad de la Academia de Ciencias Sociales no debe 18 mirarse a la ligera, no debe abordarse de manera estrecha y limitada.

Sí, por supuesto debe considerarse una continuación de las academias de ciencias sociales que han desempeñado un papel en la historia. Pero no es una imitación ni nada parecido, sino una nueva escuela de ciencias sociales que ha surgido con una nueva idea. Así es como debemos definir la academia de ciencias sociales de Abdullah Öcalan y, en consecuencia, hacer hincapié en la formación de una mentalidad, el desarrollo intelectual y el cambio. Debemos ver y entender a Öcalan como tal fuerza de pensamiento e intentar comprenderlo e interiorizarlo. Si no lo hacemos, estaremos cometiendo un error. Si adoptamos un enfoque estrecho o fragmentado, no podremos comprenderlo adecuadamente. Sin duda, es una síntesis de todas las corrientes espirituales contemporáneas, pero también es un nuevo sistema de pensamiento. En otras palabras, no podemos considerarlo aislado de las corrientes de pensamiento anteriores. Pero tampoco podemos considerarlo como una repetición ordinaria de estas corrientes. Si así lo hiciéramos, nos equivocaríamos de camino desde el principio. Quien no comprende correctamente a Öcalan en términos de mentalidad y estructura de pensamiento, no puede comprender el estilo, la expresión y el tempo de su partido, de la guerrilla, de las organizaciones de mujeres y de jóvenes, del movimiento social y del movimiento de masas, no puede comprender correctamente la lucha democrático-política y no puede organizarla y dirigirla con éxito. El papel de vanguardia del partido es absolutamente necesario para el éxito del socialismo democrático.

Sobre esta base, es un hecho que con el nuevo paradigma en el PKK, se ha producido un cambio en cuanto al papel de vanguardia del partido. Es cierto que nuestro partido de vanguardia se ha convertido en un partido basado en un nuevo paradigma, el paradigma de la sociedad democrática, ecológica y basada en la liberación de la mujer, y ha superado el paradigma basado en el poder y el Estado. En otras palabras, el PKK de hoy y el "Partido de las Mujeres Libres de Kurdistán" (PAJK) no son partidos orientados al Estado y basados en el poder. Lo rechazan absolutamente y lo superan. En su lugar, luchan por un paradigma democrático-socialista basado en la libertad de las mujeres y la ecología. Se trata de una nueva forma de liderazgo, de un nuevo partido. Pero un partido de vanguardia de este tipo es absolutamente necesario para implantar con éxito el socialismo democrático. En otras palabras, un nuevo partido equipado con el nuevo paradigma es absolutamente necesario para la realización del socialismo democrático y la aplicación con éxito de la lucha por la democracia, la ecología y la liberación de la mujer. También es necesario como vanguardia para la construcción de dicha sociedad. Tenemos que dejar esto claro. En otras palabras, es como la relación entre cuerpo y alma, materia y conciencia. Así como la construcción de la sociedad democrática es el cuerpo, el socialismo democrático es su alma, y si la construcción de la sociedad democrática es la 19 materia, el socialismo democrático es su conciencia, su fuerza ideal. 

¿Cómo definimos al partido en este punto? El partido es la fuerza que mejor comprende y absorbe esta fuerza de pensamiento, interioriza este sistema de pensamiento de forma más profunda y holística, se educa sobre esta base y traduce con éxito este sistema de pensamiento en educación, organización y acción. En consecuencia, también debemos definir la dirección del partido en el nuevo período. 

¿Cuáles son sus tareas y responsabilidades? Son la educación, la organización y la acción. Así es como podemos definirlos. También aquí hay diferencias fundamentales. Por ejemplo, en el socialismo real, ¿Cuál era la tarea y la responsabilidad de la dirección del partido, la dirección del partido orientada al poder y al Estado en la revolución? 

Era la educación, la organización, la acción, la toma del poder, la construcción de un Estado y la administración del mismo. Como resultado, el partido y el Estado llegaron a ser casi idénticos en la Unión Soviética. El partido y la administración del Estado estaban compuestos por las mismas personas. El partido desempeñaba su papel central como aparato administrativo del Estado. 

Tareas del partido de vanguardia: Educación, organización y acción

En el socialismo democrático no será así. Las relaciones entre el partido de vanguardia y el confederalismo democrático no serán como las relaciones entre el partido y el Estado bajo el socialismo real. Öcalan definió el confederalismo democrático en Kurdistán como KCK1 (Unión de Comunidades de Kurdistán). Al menos su composición organizativa en Kurdistán es la KCK. Por lo tanto, las relaciones entre el PKK y la KCK no tomarán la forma de partido-Estado como en el socialismo real o en la Unión Soviética. El partido es el alma y la KCK es el cuerpo. Öcalan definió el partido como conciencia y liderazgo. Definió su nuevo papel, tarea y misión. Los puntos más concretos que mencionó en este contexto fueron la educación, la organización y la acción.

Así pues, cuando nos preguntamos cuáles son las tareas del partido de vanguardia en la nueva fase, tenemos que describirlas en dos dimensiones: en primer lugar, podemos definirlas como comprender y adoptar el socialismo democrático, su mentalidad y estructura de pensamiento en su totalidad, someter la vida, los acontecimientos y los fenómenos a un desarrollo continuo sobre esta base, allanar el camino a la sociedad y desempeñar constantemente un papel como movimiento iluminador mediante la realización de tareas y misiones. La segunda misión es aplicar la línea del socialismo democrático en la educación, la organización y la acción. Por supuesto, la educación es muy 20 importante en este contexto. La educación es el factor decisivo en la vida y la lucha de Öcalan. En términos prácticos, podemos llamar al líder Abdullah Öcalan el mayor propagandista de todos los tiempos. Si consideramos la propaganda como un método de educación, entonces el educador más fuerte es también el propagandista más fuerte. Lo hizo escribiendo, hablando y viviendo. Cumplió este papel y esta misión en la práctica creando una atmósfera y una fuerza moral. Cuando los periodistas preguntaron una vez al líder cuál era su arma más poderosa, respondió sin vacilar: "mi habla". Llevó a cabo todo su trabajo basándose en la educación. Basó su carrera en la autoeducación. Rompió con la mentalidad y la política colonialista-genocida educándose a sí mismo. Creó su propio papel y una vida alternativa basada enteramente en la educación. Su principal forma de trabajar siempre estuvo relacionada con la educación. Desde el primer día hasta ahora, siempre se ha basado en la educación. Se educa a sí mismo, educa a su entorno, educa al partido, educa a la guerrilla, educa al movimiento de mujeres y jóvenes, educa a todo un pueblo y poco a poco a toda una humanidad y sus pueblos.

Cumplía todas sus tareas sobre la base de la educación. Una de sus críticas más fundamentales al socialismo real era su debilidad para educar a la sociedad, su incapacidad para educar y promover a su propio pueblo. Esta fue una de las críticas más importantes de Öcalan. Si este sistema no es capaz de educar a su propio pueblo, si no es capaz de crear buenos cuadros, si no es capaz de desarrollar la sociedad con sus propias ideas, entonces ha demostrado claramente que el socialismo no se puede construir sólo con poder material, prohibiciones, gobierno político-militar, sino que la práctica del socialismo real se basaba en esto, y que también fracasó por ello. Basándose en esto, Öcalan desarrolla lo que le distingue de él. Explicó que sólo tendría éxito en la lucha por el socialismo democrático si cambiaba la conciencia, las estructuras de pensamiento, las estructuras de mentalidad, los sistemas de sentimientos y pensamientos del pueblo y si les daba las ideas socialistas democráticas, la mentalidad del individuo libre y de la comuna democrática. Lo demostró en su práctica. Al evaluar su propia práctica, se centró sobre todo en el sistema educativo; preguntó dónde habíamos cometido errores. Por ejemplo, dijo, había organizado una educación muy amplia en la formación de los cuadros y de la sociedad. Sin embargo, también es autocrítico en sus escritos de defensa. Allí, por ejemplo, dice: "¿Fui insuficiente al basar la educación de los cuadros en una educación más original, más estrecha, pero mejor comprendida e interiorizada, y al lograr estructuras espirituales más profundas?". Esto es muy importante. No obstante, se propuso introducir cambios e innovaciones en el sistema educativo para lograr un mayor éxito. Además, se propuso buscar e identificar sus propias deficiencias en la educación, en la labor educativa 

     1. KCK (Koma Civakên Kurdistan) se fundó en 2007 y surgió del PKK. Su objetivo es aplicar el "confederalismo democrático" declarado por Abdullah Öcalan el 20 de marzo de 2005. 21 


En otras palabras, Öcalan considera la educación como la primera y más fundamental labor en el trabajo del partido y en la lucha por el socialismo democrático y su realización. En primer lugar, tenemos que iluminar y comprender este hecho. Lo segundo es, por supuesto, la organización. La organización no es un concepto singular para él. Habla de redes de organización. Lo describe como una variedad de diferentes tipos de organización. Por ejemplo, concibe el confederalismo democrático como una organización en red, como miles de sistemas organizativos que se entrelazan y complementan entre sí. Por ejemplo, concede gran importancia a la organización del partido de vanguardia. Siempre tomó como valores básicos su conciencia, su educación, sus principios y estilos que realizan y viven plenamente el socialismo democrático, su vida comunal y su orden de trabajo colectivo, el desarrollo de la línea de liberación de la mujer en el partido como línea básica y la conciencia sobre el hecho de que se considera como un medio para eliminar todo atraso, pensamientos dominantes y cuestiones similares como valores básicos. Por lo tanto, consideraba que la organización del partido, la organización de vanguardia, era la iniciadora de todo, de toda la práctica. Aunque trataba a la organización del partido como un instrumento, le asignaba un papel y una importancia a este nivel. Hizo especial hincapié en sus principios, su formación y su desarrollo. Se centró en la organización guerrillera como el ámbito en el que el partido estaba más encarnado. Hizo grandes esfuerzos para desarrollar la guerrilla. Puede decirse que realmente prestó gran atención a la guerrilla, tanto en lo que se refiere al desarrollo intelectual y la educación como a la dirección práctica. El estilo, la expresión y el tempo del líder lo pusieron de manifiesto. Ninguna otra fuerza podría haberlo conseguido. También ha creado su propia voluntad, asertividad y resistencia. Esto es muy importante. Contra todo tipo de debilidades, retrocesos, errores y pérdidas, ha sido persistente, obstinado, paciente y combativo para desarrollar lo que es correcto. Siempre mostró la voluntad de luchar contra todo tipo de dificultades. Estos fueron puntos muy importantes. Tal formación y desarrollo de la voluntad eran absolutamente necesarios para el desarrollo de la guerrilla en Kurdistán.

 

Los periodos de la formación del Partido.

Cuando el líder inició la lucha, cuando se convirtió en militante revolucionario, tenía amigos y simpatizantes a su alrededor. Cuando el grupo apoísta se convirtió en un grupo ideológico, en un grupo de cuadros, siempre tuvo simpatizantes entre los aspirantes. Desde el principio ha sido un grupo juvenil. El PKK fue fundado como un partido de cuadros, pero desde el momento en que fue fundado, tuvo simpatizantes, partidarios en el pueblo, en la ciudad, mujeres, jóvenes, trabajadores, campesinos, miles más que los miembros 22 y cuadros que formaban parte de él. Por lo tanto, no debemos considerar el partido como una estrecha organización de cuadros. En cierto modo, el partido está organizado como una ceñida organización de cuadros, pero el partido no se compone sólo de cuadros. No es simplemente la suma de sus partes, sino que es el PKK por sus simpatizantes y partidarios. El partido representa una realidad que llega a millones de personas. Así es como se ocupa de la organización de la sociedad.

En el segundo periodo de construcción del partido, la organización se llamó ERNK, Frente de Liberación Nacional. Öcalan desarrolló organizaciones de masas en su seno: organizaciones de mujeres, de jóvenes y de trabajadores. En el tercer período, dio forma a esta organización en un nuevo organismo: el sistema integral KCK. Definió y conceptualizó la KCK no sólo como un movimiento social, sino como una sociedad democrática organizada, una nación democrática que determina su propia vida, muestra su voluntad de vivir libremente, da forma a su propia existencia. En este marco, la organización de mujeres ocupó un lugar autónomo y único. La organización de mujeres surgió como una rama del Tercer Congreso en 1987. Luego, a mediados de los noventa, desarrolló una guerrilla de mujeres, las Asociaciones de Mujeres Libres. Se veían a sí mismas como una organización de mujeres. En el periodo anterior al Complot Internacional2 , Öcalan intentó convertirla en un partido. Explicó la ideología de la liberación de la mujer. Pretendía organizar el partido de las mujeres en torno a esa unidad ideológica. 

Basándose en el cambio de paradigma, nombró y definió más concretamente el partido de mujeres, la defensa de las mujeres, la organización de masas de mujeres y el trabajo social. Hizo lo mismo con la organización autónoma de la juventud, teniendo en cuenta su especificidad. Definió a las mujeres y a los jóvenes como los pioneros organizativos y prácticos de la construcción de la nación democrática. También describió el confederalismo democrático como una red organizativa. En otras palabras, definió la sociedad democrática, el confederalismo democrático y la nación democrática como una sociedad organizada. La consideraba una estructura consciente, educada y organizada que, a su vez, está entrelazada con miles de organizaciones de todo tipo. 

En el socialismo democrático no hay organización burocrática.

  Por supuesto, el PKK no es burocrático. La educación desarrolla organizaciones, no hay organización sin educación. En el PKK, nadie cobra por su trabajo. Recientemente, algunas personas han intentado introducir esto en nuestro país. Este tipo de trabajo remunerado es un tipo de trabajo pequeñoburgués. Es la línea del KDP3 -YNK4 . Es la línea de las organizaciones pequeñoburguesas que han intentado establecerse en Kurdistán. En el PKK, 23 el trabajo voluntario, el trabajo sacrificado es esencial. Tanto los patriotas como los simpatizantes contribuyen de esta manera a la lucha revolucionaria y los cuadros profesionales se basan en esta línea. El (auto)sacrificio, el trabajo voluntario y el servicio son importantes en todas partes, desde los cuadros del PKK hasta sus simpatizantes. Esta es la norma básica. El medio más importante para garantizarlo es, por supuesto, la educación. Cuanto más se cambie la mentalidad y la forma de pensar de la gente, más se la podrá ganar para la organización, organizarla y conseguir que actúe.

Otra dimensión es que la organización existe para llevar a cabo acciones concretas. En el socialismo democrático no hay espacio para una organización burocrática. No es que primero se construya una organización y luego se encuentren y planifiquen sus tareas. Al contrario, la línea de organización y acción del socialismo democrático desarrollada por Abdullah Öcalan es funcional y revolucionaria. En otras palabras, primero se establecen las tareas, luego se forma a la gente de acuerdo con estas tareas y se les utiliza para cumplirlas. Cuando se cumplen las tareas y surgen otras nuevas, la organización se renueva, cambia y se reestructura en función de las tareas. Lo contrario es la burocracia. Si esto no ocurre, nace la burocracia y una organización burocrática. Si dices: "Vamos a hacer esta acción" y la organización no está alineada con esa acción, entonces no puede llevarla a cabo. En este caso, la organización no está alineada con la acción, pero la acción sí está alineada con la organización. La acción se convierte en organización, uno determina el trabajo y la acción de acuerdo con la estructura organizativa. La línea se convierte en la organización. Este tipo de organización, la organización burocrática, es errónea hasta la médula. No es revolucionaria ni funcional.

La línea organizativa del socialismo democrático es absolutamente funcional y revolucionaria. ¿Qué significa esto? Se configura la organización en función del trabajo, en función de la tarea revolucionaria, en función de la acción. Se procura la formación de los cuadros, de las masas y de los patriotas en función de las tareas revolucionarias, en función de la acción, y se realiza la formación de la organización sobre esta base. Por lo tanto, la acción y la práctica son esenciales en el PKK. La organización es necesaria para su realización exitosa y la conciencia, la voluntad y la educación son necesarias para que la organización se mantenga firme. Pero tanto la educación como la organización se centran en la acción, en la práctica. La acción no debe entenderse sólo como acción armada, es necesario considerar todo tipo de acciones políticodemocráticas. 

Además, la acción no debe entenderse únicamente como destructividad y rechazo de los demás: "La mayor acción es crear", dice Öcalan. El aspecto más importante del activismo democrático es el activismo positivo, el activismo creador, el activismo que construye. En el activismo del PKK, el activismo positivo, el activismo constructivo, el constructivismo y la creatividad son esenciales, están en primera línea y son mucho más fuertes. Es necesario analizar y comprender las acciones desde esta perspectiva. 

  

Experiencias de los cincuenta años de lucha del PKK.

¿Qué papel desempeñará el PKK o el nuevo partido de vanguardia en el socialismo democrático, en el gobierno? La dirección es, sin duda, la voluntad del pueblo. Se trata de organizar los asuntos cotidianos del pueblo. Aquí es más importante ver al pueblo educado y organizado, a la sociedad, a las mujeres y a los jóvenes. Un sistema en el que el pueblo se gobierna a sí mismo se denomina sistema democrático. El confederalismo democrático consiste en gobernantes elegidos libre e igualitariamente, con justicia y confirmados por quienes los eligieron. Esto es el autogobierno del pueblo. El Partido de Vanguardia sólo puede dar fuerza y apoyo a este gobierno. Forma y organiza para ello a la sociedad y al pueblo, les da experiencia en el gobierno y les ayuda a resolver los problemas. No considera la idea de tomar toda la administración en las propias manos, como en el socialismo real, de formar una administración popular en nombre del pueblo. Esta es también una concepción pequeñoburguesa. Tanto los kemalistas como los baasistas en Siria e Irak se definían de esta manera. En el socialismo real, la dirección del partido también se definía así. Expresaba su gobierno como el gobierno del pueblo. Esta interpretación no es correcta. El gobierno del pueblo no debe residir en las palabras, sino que debe realizarse en la práctica. Por lo tanto, el Partido debe creer que el pueblo se educará a sí mismo; iluminándolo y organizándolo, allanándole el camino, adquiriendo experiencia y ayudándole a hacerlo. También debe confiar en la sociedad educada y organizada, en el pueblo, e incluso si se producen deficiencias y errores, debe dirigirse a los dirigentes de esta manera, esperando que puedan ser eliminados mediante la crítica y la autocrítica. Este es el camino correcto. Pero aún no se han puesto suficientemente en práctica. Las formulamos como supuestos teóricos o predicciones. Las formulamos como lecciones de movimientos anteriores, como experiencias que hemos adquirido en el pasado. 25 También en este caso nos basamos en las lecciones extraídas de la experiencia de los cincuenta años de lucha del PKK. Las expresamos sobre la base de las características, el contenido y la esencia del nuevo paradigma. El líder Abdullah Öcalan dice: "Un pueblo existe cuando está organizado". Y la organización se forma a través de la acción. Lenin y todos los demás socialistas asumieron que la conciencia se introduce en la sociedad desde fuera. La traen los intelectuales revolucionarios. El PKK nació en Kurdistán como un movimiento juvenil intelectual. La dirección del partido nació, se desarrolló y se hizo realidad como un movimiento juvenil intelectual. Por tanto, una fuerza que no educa a la sociedad, que no organiza, que no moviliza, que no llama a la acción, que no dirige en la acción no puede llamarse partido o partido de vanguardia. Ciertamente, no puede llamarse vanguardia revolucionaria quien no está organizado y activo al nivel de las tareas que exige el período y la línea en cuestión. Ni el partido de vanguardia es así, ni los cuadros de vanguardia. Por esta razón, el líder definió los cuadros como "la verdad organizada y activa". Organizarla significa formarla y requiere activarla. En consecuencia, definió y formuló la unidad de idea, conciencia y práctica.

Así, no puede haber un papel de vanguardia del partido y de los cuadros que no se vuelva práctico, que no pueda poner en práctica a tiempo los pensamientos y las tareas revolucionarias. Esto se llama oportunismo. En el pasado, los socialistas llamaban oportunismo a esta actitud. Ahora, en el socialismo democrático, las actitudes que no se llevan a la práctica también son, por supuesto, oportunismo. Pero, por otra parte, los planteamientos que sólo ven en sí mismos la organización, la acción y la dirección, que no educan ni organizan a la gente, que se desvinculan de la sociedad, que se ponen en el lugar de la sociedad, que ponen su propia dirección en el lugar de la dirección democrática de la sociedad, no son correctos. En definitiva, ese no es el planteamiento del partido de vanguardia del socialismo democrático. Ni debe serlo. No puede haber desvinculación de la sociedad. Uno no puede ponerse en el lugar de la sociedad. Hacerse gobernante en nombre del pueblo no puede llamarse gobierno democrático del pueblo. 

Por lo tanto, significa que las tareas del partido o del partido de vanguardia en la construcción de la sociedad democrática se encarnan en dicha educación, organización y acción. Pero también en esto es importante un correcto entendimiento. Por supuesto, además de la dirección del partido, la guerrilla sigue teniendo un papel de dirección para nosotros. En el pasado, lo tenía mucho más. En la segunda fase de la construcción del partido, el partido y la guerrilla se convirtieron en uno. El partido de vanguardia se encarnó en la organización y el activismo de la guerrilla. Esto sigue siendo en parte así hoy en día. Por eso la autodefensa tiene un papel de vanguardia en Kurdistán. ¿Y por qué? Porque Kurdistán se enfrenta a un genocidio. Autodefensa significa 26 defensa contra el genocidio. Por otro lado, los movimientos de mujeres y jóvenes desempeñan un papel, tanto en la dirección ideológica como en la organizativa. Los movimientos de mujeres y jóvenes desempeñan su rol como motor en la construcción de una sociedad democrática, en el desarrollo del confederalismo democrático y en la aparición del autogobierno popular. También existe esta dimensión del liderazgo. Podemos considerar y evaluar todo esto en el contexto del papel de vanguardia. 

En las teorías revolucionarias del siglo XX, la cuestión del sujeto revolucionario y de las geografías con condiciones objetivas maduras fue fundamental para el desarrollo de la estrategia y la táctica políticas.¿Cómo se aborda este concepto de sujeto revolucionario en la teoría de la modernidad democrática?

 Antes de responder a esta pregunta, es necesario aclarar, aunque sea brevemente, los conceptos de Estado y revolución. En las preguntas anteriores hemos intentado explicar qué es el Estado, dónde, cuándo y cómo surgió, qué significa para el desarrollo de la civilización y qué tipo de poder o institución es. El Estado es un poder organizado que surgió de la sociedad en el sistema sumerio en la Baja Mesopotamia, pero es un poder organizado por encima de la sociedad; en definitiva, una organización de opresión y explotación. De hecho, expresa la ruptura de la civilización. También corresponde a una desviación en el desarrollo de la civilización.

En esencia, es una desviación, un alejamiento del carácter democrático de la civilización y el desarrollo de una civilización monopolista-centralizada alternativa en oposición a ella. Podemos ver que el desarrollo estatal en cuestión en el periodo de la modernidad capitalista ha tomado la forma de estadonación, y que el estado-nación es la forma de Estado más institucionalizada, organizada, maquinadora contra la sociedad, dictatorial y explotadora. De hecho, el carácter fascista es evidente en los estados-nación. Más o menos todos los estados-nación tienen un carácter fascista, también debemos tener esto en cuenta.

Las dos preguntas que surgen aquí son: ¿Por qué los socialistas toman al Estado, especialmente en su fase de estado-nación, como el principal instrumento para establecer y construir el socialismo? Esto no resulta comprensible. Cuando el Estado crece y profundiza su carácter, se convierte en fascismo. Si nos fijamos bien, no es socialismo. La dimensión de dictadura pasa a primer plano. Aumenta el carácter de opresión y explotación. No se entiende cómo se puede hacer una revolución con semejante herramienta ni cómo se pueden realizar los principios de libertad, igualdad y participación como en el socialismo. Está claro que esto no puede ser. Se puede decir que el socialismo real tampoco lo aceptó.

Consideró y evaluó la transición al comunismo como la desaparición del Estado. Pero si nos fijamos bien, el Estado no desapareció durante el período en que se decía que se había pasado al comunismo. Sí, la Unión Soviética se derrumbó debido a sus propias contradicciones, pero de ella no surgieron la extinción del Estado, la apatridia, la democracia, el comunalismo democrático. Al contrario, es obvio lo que está ocurriendo hoy en Rusia y sus países vecinos. Los Estados nacionales ejemplares han surgido de la peor forma, en forma de los llamados Estados mafiosos. Esta es la realidad del Estado que queda del socialismo real. 

  

No hay Estados malos o buenos; un Estado es un Estado

Así que la idea de que el socialismo se construirá con el estado-nación y que este acabará por desaparecer no se ha hecho realidad. No tiene sentido seguir defendiéndola, suponer que será así, esperarlo y actuar en consecuencia. Lo primero que hay que hacer es reconocer esta realidad y decirle adiós. ¿Por qué teníamos que preocuparnos tanto por el Estado en este tema? Para responder a la segunda pregunta. Se trataba de la significación y percepción de la revolución como destrucción de un Estado y establecimiento de un nuevo Estado. No es correcto ni comprensible definir una revolución, que esencialmente significa un cambio y una transformación radical, destructiva y profunda, como la destrucción de un Estado y el establecimiento de otro. Si se destruyera un Estado y se previera la transición a una situación no estatal, tal vez se podría decir así. Pero si nos fijamos bien, esto no forma parte de la manera en que el socialismo real entiende la revolución.

Lo que prevalece es esto: la destrucción de un Estado y el establecimiento de un nuevo Estado en su lugar, la destrucción de un poder y el establecimiento de un nuevo poder en su lugar. Definir un Estado como fascista, dictatorial, explotador, y definir el propio Estado como socialista, progresista, libertario. En otras palabras, significa decir que el Estado de otros es malo y el propio Estado es bueno. Pero no hay Estado malo o bueno, un Estado es un Estado. La esencia es la misma y todos son iguales. Öcalan también lo dejó claro. Tanto es así que expresó la integridad y continuidad del Estado, diciendo: "Hay una historia del Estado desde Sumeria hasta el sistema actual de la ONU". Aunque se destruya un Estado y se establezca otro, hay una continuidad del uno por el otro hasta el día de hoy, no están separados el uno del otro.

Por otro lado, hay diferentes Estados, que difieren en el nombre y en los gobernantes, pero su esencia no es diferente. Es la forma en que un sistema, una realidad estatal surge en diferentes geografías, la forma en que son nombrados y el hecho de que sean gobernados por diferentes gobernantes. Por lo demás, su esencia es la misma. El Estado es uno. Tiene ramificaciones en distintas zonas en distintas épocas. Hoy, los Estados encuentran su tronco 28 en la ONU y continúan gobernando la tierra como unas 200 ramas. Se han repartido la tierra; es decir, el mundo. No dejan ni un centímetro de tierra fuera de la soberanía de los Estados. 

Ahora bien, el derrocamiento de tal Estado y la fundación de otro, el cambio de su nombre y el cambio de su gobernante no son cambios muy radicales. La esencia y el carácter del Estado no cambian. Esto ha sucedido una y otra vez y no se ha visto ningún cambio profundo. Construyen un nuevo Estado sobre los restos del anterior y, aunque hay algunos cambios, en esencia es su continuación. A esto se le ha llamado revolución. Ahora bien, el concepto de revolución no puede expresarse así. La revolución expresa un cambio cualitativo muy radical. Si nos fijamos bien, la creación de un Estado y la construcción de otro nuevo no es un cambio cualitativo. Es un cambio cuantitativo. Por tanto, no es una revolución, sino una evolución. Hay una evolución de un Estado a otro. Pero no se produce un derrocamiento; es decir, una revolución. La revolución es un cambio de esencia, un cambio de cualidad. En este sentido, nuestra mención y evaluación constantes del Estado tienen su origen, en realidad, en la definición correcta e inteligible de la realidad de la revolución. 

 

Cuanto más cambio ideológico hay en un levantamiento, más revolución se produce

¿Qué es una revolución? Es un cambio cualitativo, un cambio y una transformación fundamentales. ¿Qué entendemos por un cambio cualitativo, un cambio radical? Entendemos un cambio de mentalidad, un cambio ideológico. Tenemos que dar la respuesta de esta manera. Cambio cualitativo significa cambio ideológico. Significa un cambio de estilo de vida. Significa un cambio en los principios y normas de vida. Eso es realmente un cambio cualitativo, y así es como se produce la revolución. Cuanto más cambio ideológico se produce en un levantamiento, más revolución tiene lugar. En otras palabras, pueden producirse destrucciones y reconstrucciones muy intensas. Si esto no cambia la cualidad o la cambia muy poco, si la vieja cualidad se reconstruye con nuevos medios, entonces esto no se llama cambio revolucionario, entonces este acontecimiento definitivamente no se llama revolución. El hecho de que algo pueda ser una revolución depende de un cambio de cualidad; es decir, de un cambio ideológico. En la medida en que el cambio tiene lugar en la transición de una ideología a otra situación ideológica, este cambio puede llamarse revolución.

Sin duda, el cambio ideológico tiene una dimensión mental, una dimensión político-moral, principios y normas. Ideología no es sinónimo de teoría. Tampoco es la acumulación de conocimientos muy abstractos. La ideología puede definirse en un sentido más estricto como principios y normas de vida. 29 En este sentido es concreta, vital, basada en principios. En primer lugar, es necesario comprender correctamente los conceptos de Estado y revolución y atribuirles significados correctos y suficientes. Para entender correctamente la cuestión planteada, primero debemos aclarar estos términos en tal sentido. Por otra parte, sería útil definir brevemente los términos "sujeto revolucionario" y "condiciones objetivas". Respecto al sujeto revolucionario, si queremos que sea compatible con el otro término, podemos expresar condiciones subjetivas. En otra definición, también se le llamó condiciones subjetivas.

Por tanto, estos dos términos solían definirse como condiciones subjetivas y objetivas. Desde la perspectiva de un movimiento revolucionario, también pueden denominarse condiciones internas y externas. Condiciones subjetivas; es decir, el sujeto revolucionario, el nivel de desarrollo de la vanguardia revolucionaria, la línea ideológica y organizativa. El nivel de formación y desarrollo de un movimiento revolucionario se expresa en la mentalidad, la teoría, el programa, la ideología, la estrategia y la táctica, la organización y el poder de acción. Indudablemente, es necesario un nivel mínimo de sujeto revolucionario para la realización de cambios revolucionarios en un lugar. En otras palabras, hay que crear las condiciones subjetivas. La vanguardia revolucionaria; es decir, la vanguardia del partido debe hacerse visible. 

Las condiciones objetivas son en su mayoría condiciones externas al movimiento, al partido o a la vanguardia. En otras palabras, el estado del sistema a combatir; la estructura económica, social, cultural, político-militar, las contradicciones internas, el nivel de conflicto causado por estas contradicciones, la situación de crisis-caos. Estas se definen como condiciones objetivas. Si nos fijamos bien, son las condiciones externas al propio movimiento revolucionario. 

Las teorías revolucionarias del siglo XX

A partir de estas definiciones, podemos responder a la pregunta que nos ocupa. Es bien sabido que las teorías revolucionarias en el siglo XX pretendían derrocar el Estado existente en alguna zona y establecer un nuevo Estado en su lugar; en este caso, el Estado de la clase obrera o del proletariado. La conciencia, la organización y la acción revolucionarias servían exclusivamente a este propósito. La cuestión del poder, la toma del poder, y para ello se determinó como objetivo la destrucción de la estructura estatal existente y el establecimiento de una nueva. 

Según esta concepción de la revolución, para llevar a cabo una revolución en un área; es decir, para derrocar al Estado existente y establecer un nuevo Estado, tenían que profundizarse las contradicciones internas del Estado existente, tenían que aumentar su crisis, el caos y los conflictos internos. Cuando un Estado se debilitaba de esta manera, sólo entonces podía librarse contra él una 30 lucha con actividad destructiva. De lo contrario, si las contradicciones internas de un Estado son limitadas, si son pequeñas, si la ruptura entre el Estado y la sociedad no es grande, si las contradicciones de los segmentos sociales con el Estado son limitadas, si su oposición es débil, si el conflicto entre los diferentes bloques de poder se mantiene en un nivel limitado; en resumen, si el Estado se encuentra en una situación en la que no puede ser destruido con golpes tan ordinarios, entonces se diría que allí no hay una situación revolucionaria. En otras palabras, no se consideraba posible que el Estado pudiera ser derrocado por la acción revolucionaria en ese momento y en esas condiciones. Por tanto, se decía que no había situación revolucionaria en esas zonas, que la fase no era un período de lucha revolucionaria, sino un período de trabajo de construcción, y las estrategias se establecían en consecuencia, y el trabajo de construcción se consideraba fundamental. 

Por otra parte, la transición a la acción revolucionaria y el desarrollo de la estrategia y la táctica de la acción revolucionaria se basarían en el desarrollo de las estrategias y tácticas de la acción revolucionaria en zonas con muchas contradicciones internas. Donde las contradicciones entre los bloques de poder se han profundizado, donde la sociedad y el Estado están divididos, donde la oposición social se desarrolla en diferentes formas contra el Estado, contra diferentes bloques de poder, donde los obreros, trabajadores, mujeres, jóvenes se levantan; es decir, donde la lucha de todos los oprimidos contra el poder y el Estado aumenta, donde el Estado es débil, sus contradicciones internas, su crisis y caos son profundos, existe una situación revolucionaria. Por lo tanto, la estrategia y la táctica revolucionarias se asumen como fundamentales. La vanguardia revolucionaria; es decir, el partido, puede luchar con la estrategia y la táctica en cuestión y lograr resultados cuando recurre a la guerra revolucionaria o a la insurrección para derrocar al Estado. Puede derrocar al Estado y crear así la base para el establecimiento de un nuevo Estado. En resumen, esto se definía como haber hecho una revolución. 

En otras palabras, cuando la revolución se definía como el derrocamiento de un Estado y el establecimiento de un nuevo Estado, la estrategia y la táctica de la lucha revolucionaria se concretaban en términos de si podían o no derrocar al Estado; es decir, si podían o no crear las condiciones para el establecimiento de un nuevo Estado. Por esta razón, en el seno del movimiento socialista se produjeron de hecho intensos debates en este ámbito. Podemos decir, por ejemplo, que a principios del siglo XX se desarrolló un importante desacuerdo intelectual sobre esta cuestión. Algunas corrientes, asumiendo que la crisis y el caos aumentaban y que las contradicciones se profundizaban en las zonas donde el capitalismo se desarrollaba más, decían que la lucha socialista se desarrollaría allí y que las revoluciones se desarrollarían principalmente en estos países. Por otra parte, algunos socialistas argumentaban que en las zonas 31 donde el sistema capitalista de explotación estaba desarrollado, el sistema era mucho más fuerte; donde estaba menos desarrollado, se encontraba en una posición más débil, su crisis y depresión eran más profundas, el Estado se mostraba más débil. Por lo tanto, en estas zonas sería más fácil librar una lucha revolucionaria contra el Estado y desarrollar la lucha para derrocarlo. Los bolcheviques rusos, por ejemplo, valoraban esta última tesis. Por esta razón, plantearon que la revolución avanzara hacia el Este, que la lucha revolucionaria se intensificara en los países semicoloniales y que las revoluciones de liberación nacional pasaran a primer plano y se extendieran como parte de las revoluciones socialistas. Desarrollaron esto como un entendimiento y una teoría. Por otra parte, las corrientes más socialdemócratas declararon que la lucha socialista se desarrollaría en las zonas de Europa que habían alcanzado el desarrollo capitalista. 

Hay que señalar que el movimiento socialdemócrata no pudo lograr un desarrollo muy serio en línea con su propia teoría. Sin embargo, hubo desarrollos muy importantes y serios en línea con la teoría del movimiento bolchevique, especialmente en el siglo XX, tanto entre las dos guerras mundiales como después de la Segunda Guerra Mundial. Se produjeron importantes acontecimientos en Asia, África, América Latina y Oriente Próximo. Muchos Estados fueron aplastados por levantamientos o prolongadas guerras revolucionarias de liberación nacional y lucha de guerrillas. En su lugar se crearon nuevos Estados. ¿Cuál fue el resultado? Está bastante claro que estos Estados, que se establecieron como Estados socialistas o independientes, se reconciliaron en el proceso con el sistema gobernante y estatalista de la ONU. Se convirtieron en parte de él. Se volcaron en todo tipo de relaciones y cooperación con los Estados con los que antes habían librado guerras. Ha resultado que no son muy diferentes de ellos en esencia. Sí difieren en algunos aspectos, pero no en esencia, sino en la forma, en diferentes ámbitos de la vida. Están en el marco de algunas reformas sociales. Por lo demás, no hay ningún cambio cualitativo, ningún cambio ideológico. 

De hecho, con estas dos prácticas, las teorías revolucionarias del siglo XX demostraron ser incorrectas: la idea de que el socialismo se construye con el Estado y la definición contradictoria de la revolución socialista como la destrucción de un Estado y la construcción de otro nuevo. Esta es una de las conclusiones prácticas más fundamentales de la experiencia del siglo XX. Por tanto, no tiene sentido llamar a un Estado capitalista o socialista. Un Estado es un Estado. Añadirle los términos capitalista o socialista no cambia la naturaleza de estos Estados. Al contrario, incluso revelan la imposibilidad de poner en práctica el socialismo.  

La cuestión de la vanguardia revolucionaria en la construcción de la modernidad democrática.

Habiendo sometido así estos conceptos a una evaluación crítica, podemos pasar ahora a la cuestión de la vanguardia revolucionaria o de cómo tratar las condiciones subjetivas y objetivas en la construcción de la modernidad democrática. En primer lugar, hay que señalar que la teoría apoísta no está desvinculada del espacio y del tiempo. Al criticar y tratar de superar la dialéctica dogmática, ha intentado desarrollar la verdadera esencia de la dialéctica. En este marco, concede importancia a los conceptos de tiempo y espacio. Ciertamente, no cree que el tiempo y el espacio no tengan repercusión alguna en la vida social. Es necesario saberlo. Sin embargo, no divide las condiciones actuales o la situación mundial actual en geografías con condiciones objetivas maduras y geografías sin tales condiciones.

Más bien, la teoría apoísta aprecia que el capitalismo, por su naturaleza, debido al principio de explotación, contiene contradicciones y experimenta crisis y depresiones. Por esta razón, cualquier momento y lugar pueden ofrecer posibilidades y oportunidades adecuadas para el trabajo revolucionario. Una vez más, no repite un error en el que cayó el socialismo real en el pasado. Por ejemplo, no encuentra correcta la opinión de que las condiciones socialistas, la vida socialista, la ideología socialista sólo pueden desarrollarse cuando el capitalismo ha sido muy fuerte, la explotación capitalista se ha experimentado en su forma más profunda, y que el socialismo no puede construirse luchando contra la explotación capitalista donde esta es baja. En otras palabras, el socialismo real decía que el socialismo sólo puede construirse después de superar el capitalismo. Por lo tanto, si no hay capitalismo, si hay feudalismo en cualquier parte del país, no se puede pasar al socialismo, primero hay que pasar al capitalismo y sólo después del capitalismo se puede pasar al socialismo. En el período del socialismo real, muchos movimientos se desarrollaron sobre esta base. Incluso en aquella época, Öcalan no creía que estas ideas fueran correctas. Como opinaba que el socialismo no es tal forma de Estado, consideraba que el planteamiento de que las condiciones socialistas sólo pueden experimentarse después del capitalismo y que la gente no puede experimentar el socialismo sin el capitalismo era extremadamente erróneo, dogmático y simplista. Por el contrario, desde el principio, previó, defendió, construyó y realizó en la práctica que se puede fundar un partido socialista en Kurdistán, que se pueden desarrollar condiciones socialistas, que pueden surgir personas, cuadros, partidos y luchas socialistas. El desarrollo histórico ha confirmado estos pensamientos y prácticas del líder Öcalan. 

En resumen, en la teoría apoísta de la revolución, no hay distinción entre condiciones objetivas, geografías maduras y geografías que aún no han 33 alcanzado este estado. En todas las geografías existen condiciones objetivas que son necesarias para el trabajo, la organización, la lucha y el desarrollo revolucionarios. Öcalan dijo que dondequiera que prevalezca el sistema de poder y de Estado, donde se experimente la opresión y la explotación, es posible luchar por la libertad, la igualdad basada en la diversidad, la democracia y la participación. Esto se llama trabajo y lucha revolucionarios. En este sentido, no se pregunta si las condiciones objetivas están maduras o no, si el trabajo revolucionario puede realizarse aquí o no. El sistema de opresión y dominación no tiene el mismo contenido y nivel con los mismos métodos en todas partes. Puede haber diferencias. Las condiciones que llamamos objetivas no son las mismas en todas partes. Son dispares. En un lugar están presentes con métodos y formas diferentes, en otro lugar son de otra naturaleza. Por lo tanto, es imposible no tenerlas en cuenta. La teoría apoísta de la revolución, la teoría de la modernidad democrática prevé tenerlas en cuenta. Piensa y cree que es necesario ver estas diferencias, analizar por tanto la situación concreta y desarrollar en consecuencia la naturaleza, el método y la forma del trabajo revolucionario. 

 

La teoría apoísta de la revolución: la revolución tiene un principio, pero no tiene un final concreto

La teoría revolucionaria apoísta desarrolla sus propias formas de trabajo revolucionario, planteamientos estratégicos y tácticos, estilos y métodos de forma creativa, de manera que se anticipe a estas situaciones y a las diferencias experimentadas. Ciertamente, no tiene una idea tan rígida y dogmática de que en todas partes se hace lo mismo. Este es sin duda un punto importante. Desde esta perspectiva, se pueden desarrollar condiciones subjetivas en todas partes, siempre que se pongan en práctica según las condiciones concretas y con planteamientos creativos, y puede surgir la vanguardia revolucionaria con su teoría, programa, ideología, estrategia y táctica, organización y acción. La teoría de la modernidad democrática también prevé esto. Prevé que la vanguardia revolucionaria pueda organizarse en todas partes, llevar a cabo el trabajo y las luchas revolucionarias, desarrollarse sobre la base de la formación y organización de la sociedad, crear la organización del partido y la dirección del partido, y desarrollar poco a poco la vida de la comuna democrática individual libre según las normas de la modernidad democrática formando y organizando la sociedad en las zonas apropiadas. Esta teoría considera la revolución como un cambio en el modo de vida y la ideología. Supone que se ha producido una revolución de la personalidad cuando se educa a una persona y se puede cambiar su mentalidad y su forma de vida. Si la mentalidad y el modo de vida de un determinado círculo social cambian a través de la educación en la dirección del socialismo democrático rompiendo con el individualismo, y si la vida comunal democrática puede desarrollarse a varios niveles, entonces supone 34 que allí ha tenido lugar una revolución, que se ha construido una modernidad democrática, que se ha desarrollado una sociedad o una nación democráticas. De hecho, Öcalan considera el trabajo y la lucha revolucionaria como un trabajo y desarrollo sobre este fundamento. Si nos fijamos bien, aquí no hay destrucción del Estado. Pero este discurso no significa que no hay lucha contra el Estado. Hay lucha contra el Estado, pero ¿a qué nivel? Prevé limitar y restringir el Estado, limitar la influencia del Estado en la sociedad en términos de conciencia, organización y vida, y en su lugar desarrollar las medidas y principios de la modernidad democrática, la vida político-moral de la sociedad como una vida alternativa. Y por ello, no habla de que la revolución y el desarrollo revolucionario se desarrollen al cien por cien de golpe. Después del trabajo revolucionario, la revolución puede desarrollarse en un uno por ciento, puede desarrollarse en un cinco por ciento. Depende de la formación y organización de la sociedad y de su implicación en la vida del individuo libre y de la comuna democrática. A veces el cambio revolucionario puede ser del treinta por ciento, la nación democrática puede desarrollarse en un treinta por ciento, el Estado nacional puede permanecer en un setenta por ciento, y habrá una lucha constante entre estas dos fuerzas. Es así que la revolución ya está en marcha. La modernidad democrática ya existe. Los elementos de la modernidad democrática intentan proteger su propia existencia. Luchan por ella. La revolución consiste en que sean un poco más conscientes, organizados y planificados. Entonces podemos hablar de un comienzo revolucionario, tras el cual la revolución es un desarrollo continuo. Por ejemplo, si restringimos, limitamos, rodeamos y debilitamos el sistema estatal y llegamos gradualmente a la eliminación del Estado, y suponemos que el Estado es destruido de esta manera, entonces la revolución no terminará, sino que continuará el desarrollo continuo de la sociedad en términos de mente, emociones, conciencia y comportamiento en la línea del individuo libre y la comuna democrática. Por lo tanto, la revolución será continua, dice el líder Abdullah Öcalan. Hay un enfoque revolucionario continuo. La revolución tiene un principio, pero no tiene un final concreto.

De hecho, no existe la derrota de la revolución. Puede retroceder, puede desarrollarse, puede fortalecerse, pero no existe ni su victoria ni su derrota absolutas. Los autogobiernos democráticos se desarrollan sobre la base de la sociedad. Representan la modernidad democrática. Los gobiernos estatales existen en todas partes, representan al Estado. El Estado y la revolución, el estado-nación y la nación democrática; es decir, la modernidad capitalista y la modernidad democrática, viven en una situación de constante contradicción y conflicto. Según la teoría apoísta de la revolución, el trabajo y la lucha revolucionarios son así. Esto supone un nuevo enfoque.

Entonces el problema se convierte en el siguiente: comprender correctamente 35 el sistema de poder y de Estado existente, comprender y definir correctamente la sociedad democrática frente a él, traer a nuestra conciencia la modernidad capitalista y, como alternativa a ella, la modernidad democrática, reconocer la contradicción y la lucha entre ambas y capacitarnos para dirigir una lucha que limite, debilite y derrote los efectos de la modernidad capitalista y desarrollar las medidas y los principios de la modernidad democrática mediante la educación y la organización en las sociedades. De esta manera, las condiciones subjetivas de la revolución se hacen vivas, visibles y se ponen en práctica. Cuando existe una mentalidad revolucionaria que comprende la situación actual, cuando se desprende del orden y del sistema y sobre esta base se dirige a la lucha contra el sistema dentro del sistema, creando un desarrollo que se multiplica y crece y se transforma en una comunidad y sociedad con gente nueva; esto garantiza el desarrollo de la sociedad democrática, de la nación democrática y la aparición de un sistema de autogobierno democrático. A esto lo llamamos desarrollo revolucionario. Öcalan dijo que la revolución más importante en el movimiento por la libertad de Kurdistán es la revolución de la personalidad. Dijo que cuando una persona rompe con el sistema de la modernidad capitalista y vive según los principios de la modernidad democrática, hace una revolución. Hoy una revolución con una persona, mañana una revolución con diez personas, pasado mañana una revolución de treinta personas; aclara que la revolución de la modernidad democrática se desarrollará sobre esta base y que las fuerzas de la modernidad democrática deben llevar a cabo su trabajo revolucionario según estos principios. 

En consecuencia, no existe un planteamiento de las condiciones objetivas y subjetivas similar al del siglo XX. Esto se debe a que la percepción, la comprensión y el enfoque del Estado y la revolución son diferentes. La teoría de la modernidad democrática expresa una nueva teoría de la revolución. Según esta nueva teoría de la revolución, en todas partes se dan las condiciones para hacer el trabajo revolucionario y progresar. Siempre y cuando la revolución se entienda correctamente y se considere como lucha ideológica, cambio ideológico y desarrollo. Siempre que las vías y los métodos de la lucha revolucionaria se enfoquen de forma creativa. Debe haber voluntad, convicción y firme voluntad de trabajar en este punto. Una vanguardia revolucionaria puede surgir en todas partes, aunque a diferentes niveles, la revolución se presenta en la vanguardia revolucionaria, y la vanguardia revolucionaria puede multiplicarse constantemente. En otras palabras, puede desarrollar la organización de la nación democrática a través de una lucha constante. Cuando las condiciones son más favorables, cuando encuentra métodos más adecuados, cuando lucha con eficacia y éxito, puede evolucionar y extenderse rápidamente. Su influencia en la sociedad aumenta. Así, el sistema de autogobierno democrático se desarrolla y la modernidad democrática se fortalece en la sociedad. También se hace retroceder la modernidad capitalista. Cuando los elementos de la 36 modernidad capitalista llevan a cabo ataques devastadores, se le resiste sobre la base de la autodefensa. Si flaquea en la resistencia, puede ser golpeada, retroceder y encogerse. Sin embargo, si rompe los ataques, puede lograr un desarrollo más rápido y revelar un nivel de desarrollo mejor aceptado por las masas. La nueva teoría de la revolución y su grado de realización, así como su enfoque de las condiciones objetivas y subjetivas, pueden resumirse así. 

 

Abdullah Öcalan define la cuestión de clase como una contradicción interna de la civilización y, por lo tanto, afirma que no es la única dinámica de la historia social. Más bien, subraya que la contradicción principal se da entre las fuerzas de la civilización central y las fuerzas anticivilizadoras (los pueblos, los grupos étnicos, las mujeres, etc.). Sin embargo, hoy nos enfrentamos a la realidad de que la modernidad capitalista es un sistema global y que la explotación económica (es decir, la cuestión de clase) es una realidad definitoria para una parte abrumadora de la humanidad.

¿Qué papel desempeña la cuestión de clase en la modernidad democrática? ¿Qué relevancia debería tener esta cuestión en la estrategia política de las fuerzas antisistémicas? Es cierto que Öcalan trata la cuestión de las clases en el contexto de la civilización monopolista y la considera un problema interno. Pero si nos fijamos bien, no rechaza las clases. No dice que no haya clases bajo el sistema de la civilización monopolista y que por tanto no haya contraposición y lucha de clases. Al contrario, lo acepta y lo explica. Dice lo siguiente: La formación de clases se ha desarrollado sobre la base de la ciudad en el contexto de la civilización monopolista. Se ha desarrollado como elemento interno de la civilización monopolista. Así, la clase, el Estado y el poder se han desarrollado como elementos entrelazados, que se refuerzan mutuamente y se complementan. Por lo tanto, hay clases, contraposición y lucha de clases en la civilización monopolista. Se trata de una lucha abierta y evidente. Esto debe ser visto y evaluado correctamente por los movimientos revolucionarios. Dentro de este marco, también critica lo siguiente: por ejemplo, afirma que "No es correcto definir la contraposición y lucha de clases como la contradicción y lucha básicas". Esto se debe a que las clases surgieron en el sistema sumerio alrededor del año cuatro mil a.C. Han existido en los seis o siete mil años transcurridos desde entonces. Pero las sociedades existían antes. La vida social existía antes. Pero allí no había clases. Así que la dinámica fundamental del desarrollo social no es la contradicción y la lucha de clases. Si este es el caso, entonces no podemos responder a las preguntas de cuál era la dinámica del desarrollo social antes de Sumer y sobre qué base tuvo lugar el desarrollo. Por otra parte, las sociedades no pueden expresarse ni caracterizarse por clases. Sabemos que se han elaborado definiciones de sociedad como sociedad esclavista, sociedad feudal, sociedad capitalista. Sin embargo, Öcalan las califica 37 de inexactas. Hubo sociedades sin esclavos, señores feudales y capitalistas. Las sociedades pre-Sumer eran así. En otras palabras, tampoco es correcto denominar la estructura social con las clases existentes. Las definiciones de clase por sí solas no expresan la sociedad, ni la sociedad histórica en el sentido más general. Por ejemplo, hablar de una sociedad esclavista no es definir las relaciones de esa sociedad, la realidad de la sociedad. La sociedad no se crea por la existencia de esclavos. No está formada por ellos. Por eso desarrolló el concepto de sociedad política y moral. Afirma que la sociedad se crea sobre la base de la conexión de los individuos a través de la política y la moral y que la estructura social se forma de esta manera. Define la política y la moral como los elementos básicos que determinan la sociedad. Relaciona el grado de desarrollo o retroceso social con el grado de funcionamiento de la política y la moral en una sociedad. Cuanto más eficaces son la política y la moral en una sociedad, cuanto más se practican, más desarrollada es una sociedad. Cuanto más débil es el funcionamiento de las instituciones políticas y morales, más atrasada es. La decadencia y la extinción social significan para él la completa disfunción y destrucción de las instituciones de la política y la moral. Ahora bien, se trata sin duda de definiciones y valoraciones muy importantes. Definitivamente, deberíamos tener en cuenta estas definiciones a la hora de analizar la estructura social y la realidad de las clases sociales.

Esto significa que no es correcto considerar el inicio de la existencia social con la clase y definirla a través de la lucha de clases. Las sociedades también existían antes de la aparición de las clases. También hay luchas que las sociedades libran y lo hacen al margen de la lucha de clases. En resumen, la contradicción y la lucha de clases es, por supuesto, una contradicción importante, una lucha importante. Bajo el capitalismo se vuelve mucho más activa y profunda. Eso es cierto. Pero a pesar de todo, las clases nunca son el factor determinante de la sociedad, y la lucha de clases no es la dinámica fundamental del desarrollo social.

Entonces, ¿Cuál es la diferencia fundamental? Es la diferencia entre las fuerzas de la civilización del monopolio central y las fuerzas de la civilización democrática. La lucha fundamental, decisiva, es la lucha entre estas dos fuerzas. Tenemos que entender esto como la dinámica fundamental del desarrollo histórico. 

Visto así, el problema de clase no es un problema de contradicción fundamental. Sin embargo, es uno de los problemas sociales creados por el sistema de poder y de Estado y profundizado por la modernidad capitalista. Es un problema importante. Esta dominación de clase se hace mucho más efectiva especialmente en el período de la emergencia de la clase burguesa, su toma del poder, la estructuración del estado-nación y la dominación deseada de la sociedad en todas las dimensiones. Öcalan evaluó esto en sus escritos de 38 defensa. En el pasado sólo había un rey, hoy cada burgués se ha convertido en un rey en su propio lugar. Han surgido decenas de miles de reyes. Por lo tanto, el orden burgués de gobierno se ha convertido en una pesada carga que las sociedades no pueden soportar. Un rey se ha convertido en diez mil reyes. El sistema de opresión y explotación se ha extendido y generalizado tanto.

Öcalan también discute el problema de clase junto con el problema de la burocracia y deja claro que la actual formación de clase burguesa con la enorme burocracia que ha desarrollado se ha convertido en una carga intolerable e insoportable para la sociedad.

Por otra parte, la lucha de clases ocupa sin duda un lugar importante en la estrategia política de las fuerzas antisistema. Nadie puede negar esto. Lo que él quiere expresar y aclarar no es que esto se niegue o no se vea, sino por el contrario, que esa lucha sea vista como una lucha fundamental, determinante. Es decir, ver la lucha de clases como una lucha que determina el desarrollo revolucionario, que lleva la lucha revolucionaria a un resultado, a la victoria, no es correcto; es una definición insuficiente. Porque si una clase destruye a la otra, también se destruye a sí misma. ¿Qué surgirá entonces? Muchas cosas que se afirman y se desarrollan conceptualmente son contradictorias en sí mismas 

Öcalan señala estas contradicciones y dice que la lucha de clases no debe enfocarse de esta manera. En primer lugar, sigue habiendo contradicciones y conflictos de clase. Sigue habiendo clases. Aunque haya cambios en comparación con el pasado, aunque la brecha entre la clase obrera y la burguesía sea diferente de la brecha de clases de épocas anteriores, aunque la contradicción entre la burguesía y la clase obrera haya cambiado a escala global, la estructura de clases en cuestión, la contradicción de clases y la lucha causada por ella siguen existiendo. La clase dominante, la burguesía, junto con la burocracia, ha ampliado, expandido y agravado el Estado hasta tal punto que se ha tragado a toda la sociedad. La carga de un Estado así no sólo no puede ser soportada por los trabajadores, sino por ningún otro. En este sentido, debemos considerar la lucha de clases como una lucha importante. 

Por otra parte, desde mediados del siglo XIX, el socialismo real ha tenido una práctica basada en la contradicción y la lucha de clases. Esto ha dado lugar a importantes desarrollos históricos en el pensamiento, la organización y la acción. Se ha desarrollado el pensamiento marxista-leninista. Surgieron partidos obreros, socialdemócratas y comunistas. Estos partidos intentaron dirigir la sociedad durante mucho tiempo. Además, en otoño de 1917 tuvo lugar en Rusia la Revolución Socialista de Octubre y se fundó la Unión Soviética. Este desarrollo se extendió a todo el mundo, a Asia, Europa del Este, África 39 y América Latina. Decenas de Estados surgieron como los llamados Estados socialistas. Formaron alianzas y pactos político-militares-ideológicos entre ellos. Crearon alianzas de poder. Configuraron acontecimientos, fenómenos y desarrollos en un periodo concreto de la historia. De los años veinte a los noventa, fueron el factor determinante de la evolución de este periodo de setenta años de historia. Han creado un legado importante. Existe un gran legado en términos de pensamiento, práctica, organización del partido, sindicatos, organizaciones obreras, diversas instituciones, entendimiento y estilo de lucha. Aunque este legado sufrió un duro golpe con la disolución de la Unión Soviética y los desarrollos que surgieron en términos de pensamiento e institucionalización material han sufrido un considerable declive y regresión, siguen siendo una realidad y conservan su influencia a diversos niveles. Siguen existiendo como un patrimonio muy importante. Por lo tanto, tenemos que ver esta realidad. 

 

¿Qué papel pueden desempeñar ahora estos logros en la revolución de la modernidad democrática o en la construcción de la modernidad democrática? Esta pregunta también se nos plantea a nosotros. ¿Cómo podemos hacerlos efectivos en el periodo actual, en el proceso de construcción de una nación democrática?

Esta es la pregunta más importante que debemos plantearnos y responder. En primer lugar, ¿es posible o no? Por otra parte, si se hace realidad, ¿a qué evolución conducirá? Tenemos que hacernos preguntas similares y formular respuestas.

Para resumir esta cuestión, si pueden participar en esa lucha, por supuesto que desempeñarán un papel importante. Porque (el movimiento marxista-leninista) fue la corriente más revolucionaria de la historia reciente. Apoyó a todas las corrientes, las unió en su seno. Atrajo hacia sí todas las luchas y desarrollos revolucionarios. En este sentido, aporta una gran herencia. ¿Es posible utilizar este patrimonio para construir la modernidad democrática? Sí, es posible. Pero no puede hacerlo manteniendo su actual estructura de mentalidad, concepción teórica, postura ideológica, entendimiento, estrategia y táctica de lucha. Sólo si se producen cambios significativos en estos ámbitos, estas fuerzas podrán desempeñar un papel importante y eficaz en la construcción de la modernidad democrática. En este sentido, la tarea principal es cambiar y transformar estos desarrollos y logros socialistas mediante la crítica y la autocrítica. En otras palabras, evaluando seriamente las razones de la desintegración del socialismo real, sometiéndolas a la crítica-autocrítica, exponiendo sus errores y deficiencias y corrigiéndolas en mentalidad, organización y estilo de lucha; debe realizarse una corrección de la comprensión y del estilo en este terreno, que permita a la lucha de clases ganar importancia y conducir a la victoria junto 40 con la lucha de otros segmentos sociales.

Es necesario desarrollar la crítica cuidadosamente para que sea una guía para el cambio y la transformación necesarios, exponiendo los fallos y las deficiencias, así como lo positivo. Nunca es correcto ni aceptable rechazarla por completo; en realidad no hay nada que rechazar, sino que es la expresión de un período y un hito importantes en el desarrollo de la conciencia y la acción socialistas. Es una realidad vivida. No podemos aceptarla tal cual, ni podemos ignorarla o pasarla por alto. Se trata, por tanto, de realizar un cambio y una transformación que incorpore este gran patrimonio de la humanidad al nuevo proceso a través de la crítica y la autocrítica y lo convierta en un elemento de la construcción de la modernidad democrática. 

En consecuencia, es necesario acercarse al socialismo real con atención y captarlo correctamente. Ni se puede rechazar, negar, condenar desde el principio, ni se puede aceptar tal cual. Porque esta forma de actuar no lleva a ninguna parte. Con esta mentalidad y este estilo no se puede lograr resultado alguno. Tanto la Revolución de Octubre como los movimientos de liberación nacional fueron productos de un período histórico. Ahora ese período ha terminado y las condiciones para el desarrollo y el éxito de tales movimientos han desaparecido. La posibilidad y las oportunidades han desaparecido. Esto es un hecho evidente. En este sentido, es necesario no rechazarlos a priori, sino criticarlos sobre una base revolucionaria, elaborar su autocrítica, contribuir al cambio y a la transformación de la mentalidad y del estilo de las fuerzas socialistas reales e intentar realizarlos. 

Abdullah Öcalan ha liderado una gran lucha en este sentido. Criticó el socialismo real con un enfoque extremadamente rico en contenido, lingüísticamente comprensible y estilísticamente convincente. De hecho, lo consideró la autocrítica más fuerte del movimiento por la libertad en la historia. Sobre esta base, realizó un cambio de paradigma. Al hacerlo, allanó el camino para la victoria de los movimientos por la libertad. Porque si nos fijamos en el pasado histórico, o no pudieron lograr la victoria o no pudieron hacer que su victoria durara. A pesar de todo su poder, el socialismo real sólo pudo durar un máximo de setenta años. ¿Por qué? Porque estaba plagado de contradicciones internas. En otras palabras, no había unidad de objetivos y medios, no había armonía. Los medios que preveían para construir el socialismo no eran compatibles con los principios de libertad, igualdad y reparto. Al contrario, estaban en total contradicción entre sí. Esta contradicción interna llevó a que el socialismo real se desintegrara desde dentro, sin ninguna presión externa seria. Se trata de una situación muy clara y comprensible. Es necesario ponerla al descubierto, ayudar y estimular a las fuerzas implicadas a cambiar y transformarse en mentalidad y estilo mediante la crítica y la autocrítica, superando el dogmatismo 41 y el formalismo, y realizar esfuerzos cooperativos para ello.

 

Debido a la asincronía de la modernidad capitalista, tenemos, por un lado, una clase obrera en el Norte Global que ha perdido en gran medida su identidad y, por tanto, su subjetividad, y que ocupa una posición privilegiada dentro del sistema mundial capitalista (aristocracia de la clase obrera). Por otro lado, en gran parte del mundo nos enfrentamos a una explotación económica que no conoce límites en su extensión y brutalidad. Los trabajadores de los centros imperialistas participan en gran medida de la plusvalía que se exprime de las colonias. Se benefician así material y objetivamente de este orden mundial. ¿Es posible, por tanto, hablar todavía hoy de una clase obrera mundial? ¿Y cómo puede vislumbrarse una lucha común con el telón de fondo de estos diferentes intereses?

En realidad, esta pregunta es también una especie de respuesta a la pregunta anterior. En otras palabras, muestra que el punto de vista de que la contradicción básica es la contraposición de clases y, por tanto, que la lucha que forja la historia, la lucha que crea la historia, es la lucha entre clases, no es correcto. Si nos fijamos bien, en el punto al que hemos llegado hoy, tal y como se afirma en la pregunta, no existe una clase obrera unida. Ciertamente, no podemos hablar de la existencia de una clase obrera con un carácter y características comunes a nivel mundial. Pero esto no significa que por el hecho de que no exista una clase obrera unificada a nivel global, no exista una contradicción de clases en la sociedad y por lo tanto no exista la clase obrera como clase. Desde luego, no debe entenderse así. Las contradicciones de clase y la lucha de clases siguen existiendo, aunque no de forma unificada.

La aristocracia obrera también tiene ciertas contradicciones con el orden existente. Sin embargo, es indudable que estas no están al nivel de las contradicciones y, por tanto, de la lucha de la clase obrera, que está mucho más oprimida y explotada y vive por debajo del límite de la pobreza. Pero ellos también tienen contradicciones con el orden existente y luchan en su propio interés. También podemos considerarlos como uno solo. También podemos decir que son un grupo que se ha escindido de la clase obrera. Pero siguen siendo un estrato y tienen contradicciones y luchas con el orden. Tal fragmentación en la clase obrera se puede observar en la situación actual. Eso es un hecho. Pero todavía existe una clase obrera fuera de los centros imperialistas que es explotada sin piedad. En algunas partes de Asia, América Latina, África, existe esa explotación de clase. Existe tal estructura de clases. Son una potencia a escala mundial. Definitivamente hay una aristocracia obrera. Pero la idea de que la clase obrera se ha vuelto débil e ineficaz sólo porque está fragmentada no debe tomarse como base. 

La afirmación de que la lucha de clases no es el motor de la historia tampoco debe atribuirse a la fragmentación de la clase obrera en la situación actual. Aunque no estuviera tan fragmentada, la lucha de la clase obrera seguiría sin poder definirse como la lucha fundamental de la historia. De hecho, en las zonas industrialmente desarrolladas del mundo en siglos anteriores, existía tal clase obrera y la lucha de la clase obrera era muy eficaz. Pero, aun así, esta lucha no fue el factor definitorio de la historia. Porque no había un nuevo orden que pudiera ser creado por ella. No podía existir un orden de la clase obrera. La clase obrera existía contra la burguesía. Puesto que con la destrucción de la burguesía desaparece también el propio obrero, las estructuras definidas como el orden de la clase obrera no son reales. Estos conceptos no expresan la realidad, son conceptos que parecen agitación. Por lo tanto, no debemos engañarnos. 

El hecho de que la lucha de la clase obrera sea una lucha que no puede determinar por sí sola la lucha histórica está ligado al surgimiento de las clases, a su existencia histórica, a su posición en la lucha social. Está ligada sobre todo a su propia fuerza. Está ligada a su propia estructura. Por ejemplo, se examina la teoría del valor del trabajo. Vender la propia fuerza de trabajo por un salario se llama libertad. Esto no tiene nada que ver con la realidad. No es posible percibir la venta de la propia fuerza de trabajo por un salario como verdadera libertad. Esto corresponde más bien a la concepción pequeñoburguesa de la libertad. Sin embargo, el trabajo es lo más sagrado para el ser humano. Öcalan también dijo: "El trabajo más fundamental es el trabajo de la madre, que también es sagrado. No se le puede poner precio". Si el trabajo de la madre es una realidad y no puede pagarse, significa que el trabajo en sí es sagrado. El trabajo no se puede pagar, por lo que no se puede vender por un salario. A esto no se le puede llamar libertad. Esto es como la afirmación de Lenin de que "en nombre de la libertad han robado a todo el mundo a través del comercio". Desde luego, no se corresponde con la verdad. 

En este caso, la lucha de una verdadera clase obrera no debe ser por mayores salarios y no debe vincular su objetivo y estilo a la subida de los salarios. Supongamos que la clase obrera aumenta su salario y se hace un poco más rica. ¿Resolverá esto los problemas de la clase obrera? ¿Se eliminará la explotación capitalista? ¿Podrá la sociedad vivir libremente y ser gobernada democráticamente? No. Los trabajadores afectados habrán mejorado un poco más su vida material, eso es todo. Más allá de eso, no hay más beneficio. Con la lucha de los trabajadores que han fortalecido un poco su vida material, no podemos superar el orden capitalista de explotación y construir y desarrollar una alternativa a él. Esta lucha no puede ser así. Esto significa que la clase obrera no tiene este carácter. Su lugar en la sociedad no está a este nivel. Por 43 otra parte, esta cuestión de los salarios, de trabajar por los salarios, de luchar por los salarios, de luchar por salarios más altos es una lucha que no crea ni revela logros socialistas. ¿Qué logros socialistas pueden salir de ella? Ten cuidado, evalúa adecuadamente, ¿cómo podemos hablar de logros socialistas sobre esta base? Así es como debemos ver los rasgos básicos y el carácter de la lucha de la clase obrera. 

Sin embargo, debemos subrayar lo siguiente: Sí, la clase obrera está fragmentada, hay una aristocracia obrera, no hay unidad dentro de la clase, hay diferencias. Pero sigue habiendo clase obrera. Aunque esté fragmentada, aunque su posición sobre el terreno sea diferente en los distintos países, existe una clase obrera. También existe, por ejemplo, un ejército de desempleados. Va mucho más allá de la clase obrera, y este ejército de desempleados también forma una unidad global. Incluso se le denomina elemento no clasista. Viven en una posición que se desplaza cada vez más hacia ser un lumpenproletariado, desvinculado de la vida social y que amenaza el futuro. Este es sin duda el problema fundamental. 

Por otro lado, están las mujeres como la clase más antigua de la historia. Öcalan dijo de las mujeres: "Son la nación, la clase y el género más antiguos". Así valoró la mentalidad y las políticas dominadas por los hombres hacia las mujeres; es decir, la esclavitud de las mujeres. Esta es la situación a la que han sido reducidas las mujeres por las rupturas sexuales que han experimentado históricamente. En este sentido, el mayor trabajo es el trabajo de la madre, pero no se cuenta como trabajo. Es la madre quien realiza este trabajo, por lo que la mujer ni siquiera es considerada trabajadora. Hay jóvenes que se encuentran en una situación similar. No tienen esperanza en su futuro y no pueden prever un futuro adecuado y efectivo para ellos mismos. Por otro lado, hay un ejército de nuevos inmigrantes. A lo largo de la historia ha habido movimientos migratorios. Estos movimientos se han producido tanto por razones naturales como por las estructuras de explotación del sistema de poder y del Estado. Pero ahora tenemos lo que realmente puede llamarse un ejército de inmigrantes que son como mano de obra barata. No pueden convertirse en trabajadores, no pueden superar el desempleo, esto es un problema grave. 

En conclusión, sólo podemos afirmar lo siguiente: así como no existe una clase obrera integrada a nivel mundial, es difícil desarrollar una lucha común de la clase obrera a nivel mundial. Aunque hay quienes afirman haber desarrollado tal lucha, hasta ahora no han sido capaces de lograr ningún desarrollo serio. Como los intereses son diferentes, las luchas serán sin duda diferentes. Las estructuras y las situaciones organizativas también serán diferentes. Frente a esta situación de la clase obrera, por ejemplo, las mujeres representan una postura más integrada. Aunque dividida en diferentes clases dentro de sí misma, la lucha de liberación de las mujeres presenta, sin embargo, una situación 44 más integrada. El ejército de los desempleados y la lucha de la juventud y de los inmigrantes están más cerca de la unidad. Y lo que es más importante, la lucha de la clase obrera, cuando se considera junto con la lucha de las fuerzas antisistema y los elementos de la civilización democrática, también puede conducir a un resultado importante. Puede considerarse como una fuerza. No puede ser considerada como una lucha que por sí sola conduce a resultados exitosos. No puede considerarse sólo a nivel global, ni sólo a nivel de países y naciones. No existe en absoluto tal función. 

Pero la clase obrera puede desempeñar un papel importante participando en la lucha de las fuerzas antisistema por la construcción de la modernidad democrática. Como elemento de la modernidad democrática, puede considerarse una fuerza importante para la construcción de la modernidad democrática, contra el sistema como fuerza reprimida por el sistema. La lucha de la clase obrera requiere una reestructuración a nivel sindical en diferentes formas sobre la base de nuevos objetivos. Si se lleva a cabo esta reestructuración, puede desempeñar realmente un papel y una fuerza importantes en la construcción de la modernidad democrática con organizaciones de nuevo estilo. Partiendo de esta base, tenemos que enfocar la lucha de la clase obrera y considerarla en consecuencia. En otras palabras, tenemos que realizar cambios y transformaciones en cuanto a objetivos, formas de organización, estilos de lucha y métodos. Debe haber cambios y transformaciones en todos estos aspectos. La clase obrera no puede participar en la lucha por la construcción de una modernidad democrática con las viejas organizaciones y concepciones sindicales y no puede ocupar un lugar efectivo en esta lucha con las viejas concepciones y estilos. Pero cuando hay cambios y transformaciones, cuando el estilo organizativo y el enfoque cambian y se transforman, puede desempeñar un papel muy importante en la construcción de la modernidad democrática. En esta construcción, puede tener una práctica que contribuya al cumplimiento de los deberes político-morales como segmento básico de la sociedad. Nuestro acercamiento a estos grupos en el proceso en el que nos encontramos y nuestro esfuerzo por implicarlos en la lucha debe basarse en esto.

 

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